El fin de semana se lanzó el plan Detectar en varias villas bonaerenses y se detectaron más de 50 casos de coronavirus en Villa Azul, un barrio popular que se ubica entre los partidos de Quilmes y de Avellaneda, en el sur del conurbano bonaerense, por lo que la provincia decidió aislarlo preventivamente para evitar que el virus continúe circulando en esa zona.
La decisión fue tomada en conjunto por los gobiernos nacional y provincial y los intendentes de ambos municipios, Mayra Mendoza, de Quilmes, y Jorge Ferraresi, de Avellaneda, para intentar contener el brote. La «idea es que todo el barrio se quede en casa», aseguró el viceministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak.
Desde el municipio de Avellaneda se detalló que el «aislamiento comunitario estricto» será por 15 días y ue por esas dos semanas se considerará contacto estrecho a todo el barrio.
«El barrio está cerrado por las fuerzas de seguridad entre las calles Lincoln, Ramón Franco, acceso sudeste y Sargento Cabral. Nadie puede salir salvo criterio sanitario. A cada vecino y vecina se les va asegurar comida, elementos de limpieza, desinfección e higiene personal. Se va relevar que necesidades tienen para evitar que salgan (ej. Alimentos para celíacos, remedios, etc). Se van a instalar dos módulos del Ministerio de Salud de la Nación dentro del barrio», informaron.
En un comunicado difundido este lunes, el municipio destacó la buena predisposición de vecinos y vecinas y señalaron que el objetivo es que aquellos que presentan síntomas parecidos al COVID no sigan en el barrio: a quienes tienen síntomas leves se los traslada a centros de asilamiento, como la Universidad de Quilmes, y a quienes tienen síntomas más graves se los igresa al hospital.
En paralelo, el gobierno provincial y los municipios reforzarán la ayuda social. «Si pudiera no salir nadie de Villa Azul sería lo ideal y por eso tenemos que reforzar la asistencia», explicó en diálogo con El Destape Radio el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque.
«Encontramos 53 positivos, lo cual es un número muy alto, y se tomaron medidas urgentes. Villa Azul tiene una parte en Quilmes y otra en Avellaneda. La de Avellaneda fue urbanizada y la de Quilmes no”, detalló el ministro.
«Hay muchos pasillos, hay mucha aglomeración, y eso hace que el potencial de contagio sea muy rápido y, en función de esta situación, se ha planteado cerrar la circulación hacia afuera y tratar de minimizar la circulación interna, reforzando la asistencia de todo tipo, alimentaria, y otro tipo de recursos que la gente del barrio necesite», sostuvo.
A raíz de que «mucha gente va a comedores y ollas populares», la provincia va a realizar la «entrega de mercadería en cada casa, así la gente no tiene que trasladarse para poder comer, porque ese es un foco de contagio importante».
«Otra medida que no nos agrada, pero tiene que ver con frenar este foco y no expandirlo es reducir al mínimo la salida de personas del barrio. Es una medida que a nadie le gusta pero la verdad es que no hay otra alternativa», sostuvo y explicó que la medida será «por un período, primero de 15 días y, después, de un mes para tener evaluación clara a ver si frenó o no la circulación».