Hace diez días, la orden del presidente Mauricio Macri para toda la alianza de gobierno fue una directiva concentrada en diferenciarse de la pelea del peronismo: afrontar las PASO de agosto sin internas entre el PRO, la UCR y la Coalición Cívica en cada una de las 23 provincias donde está registrada Cambiemos para estas elecciones de octubre. Sin embargo, al cierre de esta edición, el espejo de la Justicia Electoral no le devolvió al jefe del Estado la foto que quería. Además de la Ciudad de Buenos Aires, que tendrá una inevitable pelea con la UCR de Martín Lousteau en octubre, el oficialismo tendrá primarias con radicales en Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, luego de evitar a último momento una batalla encarnizada en Córdoba, donde la sociedad entre el partido amarillo y las fuerzas de boina blanca llegó a un acuerdo para evitar que el bastión del interior que llevó a Macri a la presidencia, se diluya al calor de los crecientes conflictos sindicales que la atraviesan, como el paro de colectiveros de la capital provincial que duró once días.
Por fuera del mapa de arena federal, la atención principal del entorno presidencial estuvo puesta en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito electoral del país, donde gobierna María Eugenia Vidal. Su armado tuvo contratiempos de último momento, en una carrera final que estuvo atravesada por la victoria de Vidal de imponer al ministro de Educación Esteban Bullrich como primer candidato a senador nacional, y el inesperado portazo del médico neurocientista Facundo Manes.
El portazo de Manes debilitó a Vidal en la mesa chica que rodea al Presidente, y abrió una brecha en su autonomía para elegir a sus candidatos en las listas de su distrito. La ganancia previa para Vidal, fue lograr la candidatura de Bullrich como su primer aspirante a senador, que era técnicamente cuestionado por el ecuatoriano Jaime Durán barba porque no se adaptaba a la alquimia que había definido para ganarle a CFK con una combinación entre una mujer y un joven desconocido. La receta del consultor externo fue escuchada a medias: Gladys González quedó como segunda candidata a senadora nacional, y los primeros aspirantes a diputados nacionales fueron definidos por la Rosada, con la hormiguita Graciela Ocaña como cabeza de lista, seguida por el lilito Héctor Toty Flores y el embajador argentino en Uruguay Guillermo Montenegro como tercero, que en el primer pelotón es el único vinculado en forma directa con la mandataria bonaerense.
La inesperada llegada de Montenegro a las primeras posiciones de la lista de Vidal, significa el ingreso del único hombre de su confianza en un puesto expectante. Desde el quinto puesto en adelante, la nómina cuenta con pocas figuras puestas por el radicalismo, y otras que implican la devolución de favores a los intendentes bonaerenses del oficialismo y sus aliados.
Desde la mañana de este sábado, la certeza que respiraban los escuderos de Vidal, era que CFK no se presentaría y que el primer lugar en la lista sería ocupado por su hijo y dirigente de La Cámpora, Máximo Kirchner. Pasadas las 19:30, la principal hipótesis defensiva del macrismo bonaerense se derrumbó, pero para entonces la coordinación de campaña de Vidal, a cargo de su jefe de Gabinete bonaerense Federico Salvai, tenía otras definiciones: la campaña arrancará formalmente el próximo 14 de julio, y su creativo principal será Juan Manuel Papón Ricciarelli, dueño de la agencia Don, ex McCann Erickson y uno de los mayores proveedores publicitarios del gobierno porteño en los últimos seis años. Con esa agenda por delante, la primera escala organizativa se concretará mañana, cuando Vidal se muestre con sus candidatos y preparen un despliegue territorial, donde las redes sociales jugarán un papel determinante como el que tuvieron en la silente organización de la marcha de apoyo al Gobierno del 1 de abril. «
Ronda de cambios en el Gabinete
Con la definición de los precandidatos del oficialismo en el todo el país, comenzó la ronda de reemplazos y achicamientos del Gabinete de Ministros que rodea al presidente Mauricio Macri. En la actualidad tiene un plantel de 21 ministerios, pero la designación de su ministro de Educación, Esteban Bullrich, como primer candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires abrió la ruleta de reemplazos y reducciones. El titular de la cartera educativa bonaerense, Alejandro Finocchiaro, suena como reemplazante de Bullrich, pero las partidas de Ricardo Buryaile (Agroindustria) y Oscar Aguad (Comunicaciones) de sus ministerios quedaron truncas porque finalmente no serán candidatos. El titular de Defensa sí será finalmente postulante en La Rioja y tendrá reemplazo en la cartera a su cargo.
Los cierres de ministerios podrían ser mitigados con fusiones, como el posible regreso del Ministerio de Finanzas, a la categoría de Secretaría, o la ampliación del Ministerio del Interior, a cargo de Rogelio Frigerio, que no logró evitar primarias en Entre Ríos.