Los 50.000 vecinos que, según los cálculos más optimistas, marcharon del Obelisco a Plaza de Mayo el sábado en Ciudad de Buenos Aires le hicieron sentir a la gobernadora bonaerense María Eugenia Vidal que no están solos y que son millones los que quieren un cambio profundo en Argentina. Se lo dijo a los radicales que ayer se congregaron en el Teatro Coliseo de La Plata para la Convención Nacional de la UCR, al que fue como invitada por el vicegobernador, el radical Daniel Salvador. También los instó a «fortalecer el camino y el trabajo en equipo iniciado con el radicalismo para poder cambiar el país» con la Alianza Cambiemos.
«La marcha del sábado nos hizo sentir que no estamos solos (y que) somos millones los que queremos un cambio profundo en la Argentina», dijo la gobernadora que pasó a saludar a los correligionarios de la Sesión Constitutiva de la UCR Nacional, reunidos en el Teatro Municipal Coliseo Podestá.
Habló acompañada por Salvador, el presidente de la UCR, José Corral; la presidenta saliente de la Convención Nacional de la UCR, Lilia Puig; los presidentes de los interbloques Cambiemos en el Congreso, Mario Negri y Ángel Rozas, y el intendente de La Plata, Julio Garro (PRO).
Su participación estaba prevista porque los radicales ratificarán en la convención su continuidad en la alianza de gobierno. También renovarán las autoridades convencionales y definirán la lógica electoral de cara a las elecciones legislativas de este año. Fue en ese escenario en el que Vidal expresó su necesidad de fortalecer en conjunto «el camino y el trabajo en equipo», dijo. «Como parte de Cambiemos, una parte comprometida profundamente en el cambio de la Argentina y la Provincia, necesitamos que todos los que estemos en el barco de los mismos valores estemos juntos. Es la única manera con la que vamos a poder cambiar de fondo nuestro país», agregó.
Y emparentó ese «barco» valorativo con el 1A, para el que imaginó consignas: «Ese barco con los mismos valores fue el que se expresó el sábado en la marcha: los valores de la paz, el respeto, el trabajo, la justicia, la verdad», dijo.
Vidal aprovechó el escenario para arengar a la tropa radical y los convocó a estar fuertes y a convencer a la población diciéndoles que «es difícil, va a costar» pero que están «en el camino correcto».
La Convención Nacional de la UCR concentró más de 250 convencionales de todo el país. Además de decidir el nuevo presidente de la convención, los radicales limarán algunas asperezas internas. Entre otras cosas tienen que resolver posturas críticas con el Gobierno porteño del PRO, donde aún no logran consolidar la convivencia con los de amarillo. En la provincia, aunque persisten sectores críticos cercanos al diputado nacional, Ricardo Alfonsín, la llegada de Salvador a los intendentes radicales del interior aquieta las aguas.
El anterior encuentro de este tipo fue en marzo de 2015, en Gualeguaychú, cuando la UCR aprobó sumarse a la Alianza Cambiemos. El dirigente radical Federico Storani, ex ministro del Interior de Fernando De la Rua, remarcó la importancia de esta y aquella convención «que permitió, sin exagerar, poner una bisagra en la historia argentina», dijo.
Además, en declaraciones dejó entrever cierta molestia por cómo las decisiones de Mauricio Macri afectan la imagen del radicalismo y adelantó la convención reclamará al PRO disutor la política oficial: «que haya ámbitos de debate donde las políticas públicas se discutan porque luego las decisiones que se toman nos involucran y nos afectan a todos», explicó en declaraciones radiales.