Preocupada por la campaña que deberá sortear en medio de la crisis económica y con las encuestas en baja, la gobernadora María Eugenia Vidal le pidió al presidente Mauricio Macri que modifique la reglamentación de las PASO para bloquear la posibilidad de que el peronismo lleve un candidato único a gobernador enganchado a varias boletas presidenciales, una estrategia que analizan hoy tanto el PJ como Alternativa Federal.
La mandataria busca eliminar el artículo 15 del decreto 443 de 2011, con el que Cristina Kirchner instrumentó las PASO, y que permite el armado de listas «colectoras» o «espejo». Ese artículo establece que «en el acta de conformación de las alianzas pueden establecerse acuerdos de adhesiones de boletas de diferentes categorías para las elecciones generales, con otras agrupaciones políticas no integrantes de la alianza».
En concreto, la reglamentación hoy permite que un eventual candidato de consenso del peronismo bonaerense -sea Axel Kicillof, Martín Insaurralde o Verónica Magario- vaya pegado a las boletas presidenciales del kirchnerismo, por un lado, y a la de Alternativa Federal, por el otro, y junte votos así de varias fórmulas nacionales. Es un mecanismo que usaron en elecciones anteriores tanto el peronismo como Cambiemos: Gerardo Morales se convirtió en gobernador en 2015 gracias a que fue «colgado» de dos boletas presidenciales.
El pedido fue elevado ayer por el jefe de Gabinete, Federico Salvai, al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y según fuentes de la Gobernación fue “muy bien recibido”. Vidal pretende que el cambio se efectivice en los próximos días, antes de la convocatoria a elecciones nacionales de Macri que ella deberá replicar después en la Provincia.