La dura derrota en las PASO del 11 de agosto pasado invirtió todos los cálculos. María Eugenia Vidal comenzó a ver borroso el horizonte de su proyecto reeleccionista en la Provincia y Horacio Rodríguez Larreta apenas se dio permiso para un festejo contenido ante la debacle nacional y el pronóstico de un potencial balotaje en la Ciudad de Buenos Aires.
El resultado que resintió el plan electoral de Mauricio Macri –el presidente sólo ratificó posiciones en la Capital Federal y la provincia de Córdoba- golpeó por propiedad transitiva a los dos principales referentes del oficialismo. Hoy, ambos intentan direccionar las campañas hacia octubre a distancia de su jefe político.
Ajedrez capitalino
Rodríguez Larreta ya decidió que buscará retener el distrito más rico del país con un mensaje de claro corte municipalista y poco apego a la agenda nacional. Se trata de la receta que aplicó para las Primarias, pero que tuvo alteraciones con su obligada presencia en la mesa chica que el poder central decidió activar con la crisis poselectoral.
En simultáneo, el jefe de Gobierno quedó en el centro de las especulaciones de su propio espacio: si Macri y Vidal finalmente no consiguen la reelección, la elección porteña se convertiría en una pulseada clave para retener el único -y original- bastión del PRO.
El alcalde prefiere concentrarse en el tramo hasta octubre. Y evita adelantar cuáles serán los ejes de un posible nuevo mandato. “Esto es un maratón y todavía no cerramos la primera etapa”, suele graficar ante su equipo.
Las especulaciones sobre su futuro gabinete también permanecen latentes. El oficialismo da por descontado que Guadalupe Tagliaferri, segunda candidata a senadora detrás de Martín Lousteau; y Ana María Bou Pérez, postulante a la Legislatura, dejarán vacantes los ministerios de Desarrollo Humano y Hábitat y Salud, respectivamente. El jefe de Gobierno todavía no dio señales sobre posibles reemplazos.
Los gestos fueron más firmes para evaluar el futuro de Diego Santilli: el alcalde no vería con malos ojos que su compañero de fórmula continúe en la doble función de vicejefe de Gobierno y ministro de Seguridad, por lo menos durante los dos primeros años de un hipotético nuevo período de gestión. Para la mitad de mandato, calculan en el entorno de Rodríguez Larreta, comenzarán los movimientos electorales hacia 2023.
El destino de la ministra de Educación, Soledad Acuña, blanco de las críticas por las fallas de administración en un área clave, también forma parte de las especulaciones.
Si hay vacantes en esas dependencias, repiten en las oficinas de Parque Patricios, los nuevos funcionarios saldrán de los equipos actuales. La explicitación funcionó en los últimos días como un intento de poner un límite a las versiones de un supuesto desembarco de funcionarios de Nación o Provincia.
Casi como un guiño, en el equipo de Rodríguez Larreta también apuntan que dos de las principales obras que el alcalde presenta como promesas de su próxima gestión requerirán de un indispensable diálogo con el gobierno nacional: el viaducto del Belgrano Sur y la eliminación de barreras del ferrocarril Sarmiento, actualmente en proceso de análisis técnico.
Futuro en debate
Principal activo de la campaña de Juntos por el Cambio hasta el 11 de agosto, Vidal corre con desventaja hacia la elección general: la victoria del candidato del opositor Frente de Todos, Axel Kicillof, por casi 18 puntos de diferencia demarcó un escenario complicado para la mandataria provincial.
A los pronósticos que dibujan los resultados provisorios de las PASO se suma que la imagen de Macri no logra remontar en el estratégico territorio bonaerense y empuja “para abajo” las candidaturas en el resto de las categorías (gobernador, diputado, intendente).
Ese diagnóstico fue el eje del encuentro que Vidal compartió con los intendentes de Juntos por el Cambio. Tiempo reconstruyó esa “catarsis” en su edición del domingo: la gobernadora autorizó a los líderes comunales a hacer campaña en soledad, despegado de la oferta nacional del oficialismo, pero les reclamó que afiancen el diálogo con los vecinos y mejore la comunicación de la gestión.
Esta semana será el turno de los candidatos a jefes comunales “sin tierra” del oficialismo. Cerca de 70 postulantes de distritos gobernados por la oposición se reunirán con la mandataria en La Plata para ajustar el mensaje de campaña. El foco de Vidal está puesto en Necochea, Monte y Capitán Sarmiento, entre otros municipios donde los “sin tierra” lograron sumar más votos que la oposición en las PASO.
Si los resultados de octubre la dejan fuera de juego –en la provincia de Buenos Aires no hay posibilidad de segunda vuelta electoral y se gana por un voto-, Vidal se enfrentará al dilema de cómo reconstruir su carrera política.
En una entrevista reciente, la gobernadora especuló con la idea de volver “a la actividad privada” por un tiempo.
Amiga personal de Rodríguez Larreta, en el gobierno de la Ciudad se preguntan si optará por regresar a su terruño político o buscará apostar nuevamente a la Provincia, el distrito que la ahijó como una promesa de renovación política y, cuatro años después, la desplazó por un candidato que eligió hacer la campaña de “proximidad” que el macrismo creía su marca registrada.