La gobernadora María Eugenia Vidal, inauguró el 145 período de sesiones extraordinarias de la Legislatura Bonaerense con un repaso de la gestión y un duro mensaje a los docentes, en el que sembró desconfianza sobre los dirigentes gremiales y los acusó de hacer un paro «arbitrario» que «no ayuda en nada». Como se esperaba, su participación en la Asamblea Legislativa bonaerense estuvo fuertemente mediada por el conflicto con los maestros y el paro que realizarán el lunes y martes próximo, que más temprano había ganado temperatura en el Congreso Nacional durante el discurso del presidente Mauricio Macri. Con un tono de voz duro -que retomó más adelante cuando se refirió alas mafias- la mandataria puso en duda los paros realizados en la última década por la representación gremial de los docentes y los culpó por la pérdida de matrícula de las escuelas públicas y el aumento de las privadas. Sobre el final de su discurso convocó a «un diálogo social» por la seguridad que involucre a diversos sectores de la sociedad.
Vidal habló durante una hora en el recinto de Diputados de la Provincia. Además de los miembros del gabinete provincial y de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, siguieron el discurso desde las primeras filas del recinto el jefe de Gabinete nacional, Marcos Peña, el presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, y el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis. La mandataria repasó hechos que anotó en la columna de logros, agradeció a los legisladores la sanción de las leyes de Paridad de Género, contra la Violencia Docente, y la del fin a las reelecciones indefinidas; a la oposición «por acompañar el cambio», y propuso para 2017 avanzar en la Ley de Declaraciones Juradas, la Ley de Obra Pública, un Nuevo Código Procesal Penal enfocado en la Víctima, un nuevo sistema de Selección de Jueces, un Estatuto del Personal Penitenciario, la modificación de la Ley del Patronato de Liberados, una nueva Ley de Tierras Fiscales, y la Ley de Asociación Público-Privada.
Uno de los ejes principales fue la educación -fue el tema en el que hizo más pausas y guiños para el aplauso- en el que la gobernadora separó a los maestros de los dirigentes gremiales. «Reconozco y valoro la tarea que cada maestro hace en las aulas bonaerenses. Sin ustedes no se puede. Sin ustedes es imposible. Y quiero decir, que independientemente de la discusión y el debate que tengamos con los gremios, yo sé lo que esperan de mí. Esperan un salario mejor, Merecen un mejor salario y esperan que yo se los dé», comenzó y el recinto le respondió con un aplauso cerrado.
Luego buscó generar empatía relatando su encuentro con una maestra, Nadia de Lanús, aseguró que «la diferencia que tenemos con los gremios no tiene que ver con lo que queremos sino con lo que podemos», y reforzó la idea que el martes sus ministros llevaron a la paritaria sin propuesta concreta: «Mi compromiso, el que puedo cumplir, es que sus salarios no pierdan contra la inflación. Me gustaría ofrecerles más. Sé que merecen más. Y voy a hacer mi mejor esfuerzo, ese es mi compromiso».
A los dirigentes del Frente Gremial les reprochó el paro y sembró dudas sobre sus intenciones. «El camino que eligieron hace unos días no es el mejor. No es fácil sostener un diálogo cuando la intencionalidad de algunos no es clara. No es fácil sostener el dialogo cuando aún acordando las paritarias el lunes no empiezan las clases. Declararon un paro cuando aun faltaban 10 días para el comienzo de clases. Fue una decisión arbitraria», dijo.
Fue en ese momento cuando cuestionó el paro: «Quiero ser muy clara: ¿alguien cree de verdad que este paro le hace bien a la educación? ¿Alguien puede pensar que mejoramos los salarios de esta manera? Este paro no ayuda en nada. El pasado ya nos demostró que los paros no mejoran ni la educación de los chicos ni los salarios».
En esa línea dijo que en los últimos 10 años la educación en la Provincia «se privatizó de hecho» y señaló que en el nivel primario la matrícula de gestión pública perdió 56.300 alumnos mientras que la privada aumentó más de 100 mil.
De todas formas, aún con el paro ratificado, aseguró que seguirá hablando con los gremios. «Sé que entre ustedes, los dirigentes gremiales, hay muchos honestos y con convicción, por eso les pido que discutamos salarios, condiciones de trabajo y que no sean funcionales a los que responden solo a sus propios intereses políticos», chicaneó sin dar nombres. La aplaudió el auditorio propio que comprendió que el destinatario era quien Cambiemos marcó como enemigo en el conflicto con los docentes: el secretario general de Suteba, Roberto Baradel.
En la apertura de sesiones ordinarias, Vidal también adelantó que convocará a «fuerzas políticas, a la Justicia, al Poder Legislativo y a los Intendentes, a un diálogo social» por la Seguridad, con el objetivo de » fijar acuerdos y sostenerlos en el tiempo». La iniciativa apunta a integrar a los poderes del Estado con las «organizaciones de la sociedad civil» en una «propuesta metodológica de diálogo social, con equipos de expertos nacionales e internacionales, y la supervisión del PNUD». «Tenemos que consensuar proyectos que podamos aplicar. Y este no va a ser sólo un debate entre políticos y miembros de la justicia. Vamos a sumar a las iglesias, a las organizaciones sociales y vecinales, para que la conversación sea amplia y profunda», explicó.
En ese marco también resaltó la separación de 3.700 miembros de las Fuerzas de Seguridad y la detención de 311 por hechos de corrupción; aseguró estar llevando adelante una reforma policial con modificaciones en los tiempos de formación, resaltó la vinculación policial con el FBI, la DEA e INTERPOL; recordó compra de patrulleros y herramientas policiales, prometió que cada policía tendrá su chaleco y que el 911 llegará a más distritos del interior.
Otro de los ejes estuvo puesto en las obras, que enumeró, y prometió que este año su gestión realizará «más de 1.000 obras en toda la Provincia y eso, además de llevar soluciones concretas, va a generar más de 50 mil puestos de trabajo genuino», dijo. También habló de inversión social, que según dijo «el año pasado las transferencias a los que menos tienen en la Provincia de Buenos Aires, aumentaron un 53%, en promedio». Y afirmó que no discriminó a los municipios por su color político, y remarcó el reclamo judicial por el Fondo del Conurbano, iniciado el año pasado, hecho que calificó de histórico.
Como ocurrió en el Congreso Nacional, los legisladores del Frente para la Victoria recibieron a Vidal con fotos de la líder de la Tupac Amaru, Milagro Sala, y carteles de protesta en sus respectivas bancas. Los que más se repitieron fueron los de apoyo a los gremios docentes con leyendas Yo apoyo a los maestros y En defensa de la educación pública, y también contra el desmantelamiento del Conicet o pidiendo por la vuelta del Ferrocarril.
También hubo pancartas recordándole a la gobernadora las inundaciones que sufrieron los distritos del norte bonaerense en enero, cuando la mandataria se encontraba de vacaciones en México. Los inundados de la Emilia esperan respuesta, decían las pancartas en referencia al pueblo de San Nicolás que quedó literalmente bajo el agua. Más aún, cuando Vidal terminó su discurso, la senadora del FpV, Cecilia Comerio, levantó un par de botas de goma invitando a la mandataria a recorrer ese pequeño poblado.
Para la ocasión y ante el temor de protestas, los alrededores de la Legislatura estuvieron vallados desde temprano y hubo un importante operativo con efectivos de la Bonaerense y de Infantería que incluyó hasta el uso de un drone que sobrevoló la zona mientras se desarrolló la asamblea.
La única manifestación callejera fue la que realizó un grupo de 50 personas de la Coordinadora Migrante, que embanderados tras la wiphala, reclamaron contra el DNU 70/2017 de Macri que reforma la ley de Migraciones 25.871 y que aseguran que «estigmatiza, discrimina y criminaliza a los migrantes». El reclamo se repitió en distintas provincias y en el Congreso Nacional: «aunque el presidente lo promulgó al Decreto pero ahora está en manos de los diputados y senadores», dijeron.