El presidente del interbloque Juntos por el cambio de la Cámara de Diputados, Mario Negri, aseguró hoy que «un debate de envergadura», como el de la expropiación de la cerealera Vicentin, «no puede hacerse de forma remota y debe ser de forma presencial», lo que genera diferencias con el oficialismo, que no descartaba la posibilidad de tratarlo con el sistema mixto.
«Un debate de esa envergadura no puede hacerse de forma remota. No se le puede retacear el uso de la palabra a nadie. Porque acá se debatirá la inconstitucionalidad de una medida, las consecuencias sobre la economía. Este debate debe ser de forma presencial», expresó Mario Negri, presidente del interbloque Juntos por el Cambio, refiriéndose al tratamiento de la expropiación de Vicentin que el oficialismo impulsa en el Congreso en estos días.
En lo que fue leído por el gobierno nacional como una clara excusa dilatoria, Negri anticipó que le planteará al presidente de la Cámara, Sergio Massa posponer el tiempo que sea necesario el tratamiento del proyecto de ley.
«Las sesiones remotas son excepciones y son para discutir temas donde se está de acuerdo, por eso habría que buscar una forma presencial en algún lado», sugirió el cordobés. Ante la posibilidad de que otros bloques opositores apoyen el debate remoto y el proyecto en cuestión, sentenció: «espero que expresen el grado de sensatez que se necesita».
Esta postura de Juntos por el Cambio se da ante el inminente ingreso del proyecto de expropiación de Vicentin -que se haría el viernes por el Senado- y cuando se encuentra vencido el plazo para trabajar mediante sesiones remotas en la Cámara baja.
La posibilidad de emitir dictámenes de comisión y de sesionar en forma telemática fue aprobada el pasado 13 de mayo y tenía vigencia de un mes, por lo que se requiere una prórroga para volver a utilizarlo.
Fuentes parlamentarias señalaron que en las próximas horas Massa convocaría a una reunión de residentes de bloque para intentar acercar posiciones, ya que en la redacción original del protocolo se había precisado que para prorrogarlo se debía contar con el «consenso» de todas las bancadas.