Organizaciones sociales y vecinos de la villa 31 y 31 bis de Retiro pidieron hoy que se revea un proyecto, que ya cuenta con media sanción en la Legislatura porteña, que prevé modificar la traza de la autopista Illia, que atraviesa en altura el barrio Carlos Mugica. Con cortes de calle y diferentes manifestaciones reclamaron que se cumpla con la ley de urbanización del barrio que fue aprobada en 2009.

Por la mañana, los vecinos cortaron el tránsito de la autopista y luego marcharon a la sede de la Legislatura, en Perú al 100, para participar de una audiencia pública para debatir el proyecto que afecta la traza de esa autovía.

El proyecto estipula la construcción de un nuevo camino de la autopista, que nacerá luego del peaje y se extenderá por unos 1.300 metros, dejando la actual traza destinada a un parque. Pero para los vecinos, el tratamiento de esa ley contrasta con “la falta de cumplimiento de la ley de urbanización” de la villa 31 y 31 bis, aprobada hace más de siete años.

“No estamos de acuerdo con la autopista y los vecinos decimos que si tienen presupuesto para eso, entonces que lo destinen a lo que decía el dictamen de la ley 3343 de urbanización del 2009”, precisó una vecina, Amalia, durante la audiencia.

Por su parte, Jorge indicó que “el apuro por aprobar esta ley se contrapone con los siete años que lleva durmiendo el dictamen del 2009”.

“Exigimos que exista el marco legal necesario para definir y establecer las relocalizaciones de las viviendas y familias afectadas,” señalaron, al tiempo que plantearon la necesidad de una “real participación de los vecinos en el proceso de urbanización que está imponiendo el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires”.

El dictamen mencionado fue acordado en el marco de una “Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa para la Urbanización de las villas 31 y 31 bis”, que durante catorce meses se reunió en la Legislatura, pero que no fue aplicado.

Despilfarro

Desde el Observatorio del Derecho a la Ciudad, una de las organizaciones que se opone al cambio de traza de la autopista, indicaron que se trata de un “despilfarro del presupuesto porteño” y que la iniciativa no tiene consenso.

“Este proyecto adolece de deficiencias democráticas, técnicas, urbanísticas y de prioridad presupuestaria” indicaron. “El cambio de la traza de la autopista fue una decisión absolutamente autoritaria del GCBA que no respeta el proyecto de Urbanización aprobado por lo que debería nuevamente haberse constituido la Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa para la Urbanización de las Villas 31 y 31 Bis”, precisaron desde el Observatorio.

Por estas razones, la mitad de los Consejeros del Barrio (reconocidos por la Justicia y el propio GCBA) y decenas de delegados que integran la Corriente Villera Independiente, entre otras organizaciones, presentaron una nota en la Legislatura de la Ciudad “rechazando absolutamente este proyecto y solicitando que el presupuesto destinado para la obra sea utilizado para solucionar la crisis educativa de la ciudad por falta de vacantes principalmente en el nivel inicial”, argumentaron.

Además, según el Observatorio, “esta obra no está justificada por ninguna necesidad en el marco del proceso de integración socio-urbana. Sólo se funda en intereses electoralistas y en mostrar al mundo que la Ciudad también tiene su High Line al estilo neoyorkino”.

De acuerdo a estimaciones de este organismo, la obra costará como mínimo cerca de 2.000.000.000 de pesos. “Esto constituye un despilfarro del dinero de los porteños que sólo continuará profundizando el negocio de la obra pública y que será financiada con un mayor endeudamiento de la ciudad”, concluyeron.