Este domingo se realizarán las Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PAS0), que definirán a los candidatos y las listas que competirán el 14 de noviembre en las generales. Según el padrón electoral, son 34.332.992 las personas habilitadas para votar en todo el país. La Cámara de Diputados renovará 127 bancas –que tendrán mandato de cuatro años– y el Senado, 24 escaños, es decir, un tercio. El mandato, en este caso, tiene una duración de seis años y las provincias que eligen senadores son Chubut, Corrientes, Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán, La Pampa y Catamarca. 

Cinco distritos concentran el mayor número de electores: Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Mendoza. Son también los que disputan mayor número de bancas por provincia. Todos juntos suman el 65% del padrón –22,35 millones–, aunque el 37% se ubica en la provincia de Buenos Aires. 

Será un acto electoral atípico, con varias particularidades, no solo porque se implementará un protocolo específico para poder celebrar los comicios con el fin de prevenir el contagio de Covid-19, sino también porque el gobierno de Alberto Fernández recibirá esta noche un diagnóstico de la marcha de gestión en época de pandemia. En Casa Rosada focalizaron el discurso en la apertura económica, la baja de casos de contagio y muertes por Covid-19 y un plan de vacunación que lleva cubierto a más del 60% de toda la población con la primera dosis. 

“Gracias al consenso logrado en el Congreso de la Nación que postergó las PASO, se pudieron aplicar 12 millones de dosis más en esas cinco semanas ganadas, es la medida de seguridad (sanitaria) más importante para esta elección”, señaló el ministro del Interior Eduardo de Pedro el viernes desde la Casa Rosada. Con el fantasma de la poca concurrencia de votantes que puedan llegar a tener las PASO, el funcionario pidió a la ciudadanía ir tranquila a votar porque «no es una actividad riesgosa». 

Y es que, para este año, tras una ley del Parlamento, se corrió la fecha del calendario electoral de agosto a septiembre. En ese marco, la Cámara Nacional Electoral elaboró un protocolo sanitario para buscar evitar la aglomeración de personas y reducir el aforo en los recintos electorales: se habilitaron nuevos centros de votación por lo que uno de cada cuatro electores votará en un lugar distinto, por eso se recomienda consultar en <www.padron.gob.ar>. 

Se establecerá una franja horaria prioritaria entre las 10:30 y las 12:30 para personas que integren grupos de riesgo. Las autoridades de mesa utilizarán elementos de protección personal e higiene. Se incorporarán facilitadores sanitarios, cuya función será hacer cumplir las medidas sanitarias en cada establecimiento, que son las que ya conocemos: uso de barbijo, respetar el distanciamiento y sanitizarse las manos al ingresar y al votar. Puntualmente, con respecto al cierre de sobres, el protocolo sugiere meter la solapa para adentro o llevar un pegamento para evitar el cierre con saliva. Más allá de la modalidad que se utilice, todos los votos son válidos. 

Las elecciones celebradas en distintas provincias durante la pandemia de Covid-19, tanto a nivel regional como provincial, reflejaron una reducción de la tasa de participación electoral, que podría repetirse en las elecciones de este domingo. Otra de las cuestiones que se observaron en las elecciones provinciales fue el triunfo de los oficialismos. En Misiones se impuso la lista del gobernador Oscar Herrera Aguad (Frente Renovador de la Concordia) con el 43,33% de los votos. En Jujuy, el Frente Cambia Jujuy (representación local de la coalición opositora Juntos por el Cambio) liderado por el gobernador Gerardo Morales ganó con el 41,89% de los votos. También en Salta consiguió el primer lugar una de las listas respaldadas por el mandatario provincial, Gustavo Saenz (Unidos por Salta), con el 32,17% de los votos. Y, por último, en Corrientes, el triunfo fue del frente opositor a nivel nacional, Juntos por el Cambio, a partir de la reelección del gobernador radical Gustavo Valdés, con el 76,9% de los votos. 

Foto: Diego Feld

Qué se pone en juego en estas Primarias 

Sin dudas, los resultados macarán una tendencia de lo que serán las elecciones generales de noviembre. El 12 de septiembre no define los legisladores que ingresarán al Congreso el 10 de diciembre, sino cómo estarán integradas las listas que competirán por las bancas. 

Frente a cierto cansancio de los ciudadanos con respecto al enfrentamiento de las fuerzas de mayor peso político, habrá que tomar nota del emergente de terceras fuerzas (representadas en las figuras del exministro del Interior del kirchenerismo Florencio Randazzo, o los economistas Javier Milei y José Espert) que surgen. El desafío de estos espacios no tradicionales será lograr capitalizar su crecimiento en dos dimensiones. Por un lado, lograr que su fortaleza mediática se traduzca en votos en las Primarias, y luego mantener (o incrementar) ese caudal en las generales de noviembre. 

También será una devolución de los argentinos a la gestión de Alberto Fernández. Se pondrá en juego el voto de confianza al gobierno de cara a los próximos años y la unidad del Frente de Todos, pese a que en dos provincias vayan a una interna picante: Santa Fe y Tucumán. En el caso de Juntos, será interesante evaluar qué sucederá con las listas perdedoras dentro de las internas del espacio político. El acompañamiento o no a los candidatos elegidos por Horacio Rodríguez Larreta –que juega su rol de estratega político opositor en esta contienda–  frente a un desdibujado Mauricio Macri. 

Y es que la alianza opositora al gobierno nacional se prepara para competir con hasta cinco listas en varias jurisdicciones del país donde se da la pelea de fondo entre el radicalismo y el PRO por redefinir los términos de la coexistencia en esa coalición. Provincia de Buenos Aires, Córdoba, Mendoza y Santa Fe mostrarán escenarios de tensión en la puja por la estructura territorial.

En el Parlamento nacional, estos espacios tienen objetivos distintos. En el caso del Frente de Todos, el propósito será sumar bancas, sobre todo en Diputados, donde no tiene quórum propio. De darse este triunfo, no tendrá que depender de los acuerdos políticos con los espacios minoritarios para aprobar leyes clave.  

En Juntos el objetivo es no perder los escaños logrados tras las buenas elecciones legislativas que la fuerza política de Mauricio Macri hizo en 2017. Tienen la intención de impedir que el oficialismo logre mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Consideran que podría volverse un lugar donde solo se aprueben las demandas de la Casa Rosada sin discusiones ni modificaciones de los proyectos. 

En la Cámara de Diputados que preside Sergio Massa, la oposición pondrá en juego más bancas. De las 127 que se renuevan, 60 escaños pertenecen a Juntos por el Cambio. El Frente de Todos pone en juego 51 lugares. El bloque que preside Máximo Kirchner tiene en la actualidad 119 representantes, mientras que el interbloque que lidera Mario Negri (PRO-UCR-Coalición Cívica) tiene una totalidad de ciento quince.   

Entre los principales aspectos a tener en cuenta, uno es la composición de la Cámara de Senadores. Actualmente el Frente de Todos cuenta con una holgada mayoría (tiene 41 de 72 bancas), sin embargo, las encuestas –limitadas en esta oportunidad debido a la dificultad para la consulta presencial– proyectan un resultado complicado para el oficialismo, que podría poner en riesgo el quórum. En este escenario, el FDT necesitará abrir canales de diálogo y construir alianzas que hasta el momento no necesitó forjar con partidos de representación provincial. «