Mientras el presidente de Bolivia, Luis Arce, viajaba desde Casa Rosada para realizar la visita oficial al Congreso, Cristina Fernández y Sergio Massa anunciaban la entrega de una suma fija de 20 mil pesos a los trabajadores y trabajadoras legislativos, una imagen que repite a los protagonistas que se juntaron para los homenajes por Malvinas.
Fueron Cristina y Massa los que en junio de 2021 indicaron que la pauta salarial no tenía que perder ante la inflación cuando comunicaron de hecho el aumento del 40% para la planta de trabajadoras y trabajadores del Congreso, en abierto desafío al temor del Ejecutivo por la escalada inflacionaria. Pero esta vez la vicepresidenta recibió a Massa en el Senado para volver a marcar la necesidad de aumentar los salarios, en este caso, a través de una suma fija.
Es la segunda vez que Cristina y Massa se muestran juntos en la misma semana. Los reacomodamientos en el oficialismo se aceleraron y, según explican fuentes legislativas, las contradicciones se precipitan. Más allá de que algunos ven en este binomio una posible alianza con miras a 2023, fuentes cristinistas aseguran que no es más que “la decisión entre ambos a raíz del aumento desmedido de precios de los últimos meses”.
La foto no es inocente. Se produjo en el mismo día en que el secretario de Comercio Roberto Feletti señaló al ministro Martín Guzmán como el responsable de la inflación. “Esto se va a poner feo”, disparó en diálogo con el programa Pasaron Cosas en Radio con Vos.
Es que en el Senado avanza el tratamiento del “fondo para el Fondo”, que tendrá un segundo plenario de exposición el miércoles próximo, mientras que el siguiente se firmará dictamen y ya el otro, previo al 1 de mayo, los dos proyectos podrán tener la media sanción en la Cámara Alta.
Del otro lado de Pasos Perdidos, en la cámara que preside Massa, será necesario que alguna autoridad parlamentaria asuma el trabajo de recolección de votos en la bancada propia y en las de los partidos provinciales. Máximo Kirchner ya no conduce el bloque y la iniciativa de Cristina de recuperar los fondos fugados para pagarle al FMI, si bien tuvo el visto bueno de Alberto Fernández, no lleva la firma del Ejecutivo.