Pocos días después de cumplir 91 años, la Madre de Plaza de Mayo Norita Cortiñas dio la clave de la convocatoria de la tarde del miércoles, al conmemorarse 45 años del golpe militar de 1976: “En la Plaza había que estar para pelear contra el hambre de hoy”. Cortiñas, al igual que Elia Jespen y otras Madres que hablaron en Plaza de Mayo a través de la vía virtual, resaltaron la necesidad de plantear en la calle las reivindicaciones de la fecha, “contra el hambre y la represión de ayer y hoy”.
La concentración, convocada por el Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, llenó la Plaza de Mayo y las columnas que la integraban seguían en el Congreso cuando el acto ya había comenzado.
El planteo en la Plaza giró en torno de la idea de la necesidad de la “unidad” de las luchas, tanto las sindicales como las sectoriales, las de género y las que enfrentan la represión. Pero, además y más importante, tomó una posición política de enfrentamiento al gobierno, al que critica por buscar un acuerdo con el FMI sin poner en cuestión la legalidad de la deuda externa y sin tomar en cuenta su total falta de legitimidad.
El documento de los convocantes también reclamó por la suspensión de las patentes de las vacunas para el coronavirus y que la producción quede en manos de los organismos científicos estatales, bajo dirección de los cuerpos médicos.
La represión también fue un tema que se destacó en la Plaza de Mayo. El caso de Facundo Castro y de otros 410 casos de gatillo fácil fueron denunciados, con foco en el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni. En ese sentido, fue muy aplaudido el anuncio de la presencia de Sergio Maldonado, hermano de Santiago Maldonado, el joven que desapareció en Chubut en el marco de un operativo ilegal de la Gendarmería contra una lucha del pueblo mapuche, y que apareció muerto un mes después en el río Chubut.
“A la hora de apalear la protesta social no hay grieta, eso envalentona a la derecha, esa que tira bolsas negras en esta misma plaza”, señaló el documento.