Un eternamente frustrado candidato a cuanto cargo electivo exista quiere quedarse con el sello de “Cambiemos” como partido político. Hasta ahora fracasó, pero amenaza con reclamarlo en tribunales internacionales, invocando a la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto San José de Costa Rica).
Se trata de Juan Ricardo Mussa, un septuagenario que desde el regreso de la democracia se presentó como candidato en por lo menos 20 elecciones para todos los cargos imaginables, desde presidente de la Nación a diputado, pasando por jefe de gobierno porteño. El año pasado, junto con dos de sus seguidores, José Luis Senlle y María Rosa Rubino, intentó ante la jueza federal con competencia electoral María Servini una jugada osada: pidió anotar a “Cambiemos” como su propio partido político, en formación.
“Lo que está en disputa es el nombre de una agrupación que intenta conformarse, que coincide con el de una alianza que luego de finalizada la elección se encuentra fenecida totalmente”, explicó. En rigor, “Cambiemos” es una alianza de partidos y según su interpretación de la ley electoral, no hay obstáculos para que un partido lleve esa denominación. Entonces resolvió formar uno y bautizarlo así.
Servini lo rechazó, y Mussa apeló. «La jueza confunde los términos de lo que es un partido político y una alianza transitoria”. Según el sempiterno candidato, que se proclama peronista pero no exhibe referentes dentro del partido, la alianza Cambiemos está “fenecida”.
“Los partidos políticos en la Alianza Cambiemos que participaron en la elección del 22 de noviembre de 2015 tenían el derecho de constituirse en confederaciones, cosa que no optaron”. En esa suerte de gris de la ley intentó meterse Mussa: “corresponde admitir como legítimo nombre de nuestro ‘Cambiemos’. No se encuentran acreditados los presupuestos necesarios para impugnar la personalidad jurídico-política de dicho partido”.
Mussa le pidió a la Corte Suprema que aplicara el per saltum para tratar rápidamente su pedido de registro de Cambiemos. Pero el máximo tribunal, en un fallo firmado por la vieja guardia (Juan Carlos Maqueda, Ricardo Lorenzetti y Elena Highton) lo rechazó. “El recurso extraordinario por salto de instancia es inadmisible”.
Ahora, el frustrado candidato anunció que recurrirá instancias terrenales superiores con el objetivo (de alcance improbable) de que “Cambiemos” no sea de Mauricio Macri sino de Mussa.