La sanción de la nueva fórmula jubilatoria en la Cámara de Diputados dejó este miércoles una foto actualizada de la relación del oficialismo con distintos aliados esquivos que, durante este año signado por la pandemia, fueron acercando posiciones con la Casa Rosada y alimentaron el vínculo con los votos de las diputadas y diputados que responden a sus gobernadores. El caso más paradigmático tiene que ver con los cuatro escaños del bloque Córdoba Federal, que responde al mandatario Juan Schiaretti. En la última sesión del año aportaron su apoyo a la nueva fórmula y replicaron el gesto que le dieron al oficialismo para obtener la aprobación del presupuesto 2021, el recorte de la coparticipación federal para la Ciudad de Buenos Aires, y el aporte solidario y extraordinario a las grandes fortunas.
Durante el último trimestre del año los apoyos del «cordobesismo» fueron determinantes para la aprobación de textos clave para el oficialismo en el estribo de un año crítico. La votación de este miércoles dejó en claro que no fueron los únicos, pero cada uno de esos votos tienen otro calibre ante el abanico de respaldos que el Frente de Todos buscará administrar en la Cámara baja durante el año electoral que está por comenzar.
La última sesión de este año también mostró las dificultades que laten para 2021. Juntos por el Cambio orientó sus 115 voluntades para confrontar con el oficialismo. Allí no estuvo la sorpresa sino en los tres diputados y diputadas del bloque Consenso Federal y en los dos del socialismo y del Frente Progresista santafesinos que no acompañaron la propuesta oficialista. Quedaron a un paso de sumarse a la negativa de Juntos por el Cambio. Impulsaron una iniciativa con cambios, donde reclamaron tener en cuenta el «costo de la vida» mediante la inclusión del Índice de Precios al Consumidor para ponderar la inflación. Eso les permitió una salida alternativa que no prosperó.
En el corazón del lavagnismo recuerdan que en marzo el oficialismo los dejó afuera de las comisiones que trataron la reforma y negaron cualquier punto de contacto con el interbloque que conducen el radical Mario Negri, el macrista Cristian Ritondo y el «lilito» Juan Manuel López. Pero el camino del medio no alcanzó para mantener unido al interbloque lavagnista. Su titular, el bolivariense Eduardo Bucca, votó a favor junto a su compañero de bancada, el salteño Andrés Zottos. Ambos escaños forman parte del bloque «Justicialista» y están dentro del conglomerado de Unidad Federal para el Desarrollo, donde conviven con Consenso Federal, Córdoba Federal y los dos dos provenientes del socialismo santafesino: Luis Contigiani y Enrique Estévez. Bucca y Zotos se sumaron a los apoyos del cordobesismo y los demás se negaron a acompañar la iniciativa.
En la aprobación de la nueva fórmula también se sumaron los tres escaños del Frente de la Concordia Misionero, que responde al gobernador Oscar Herrera Ahuad y al titular del ejecutivo provincial, Carlos Rovira. Los tres legisladores forman parte del interbloque que conduce el mendocino José Luis Ramón y cargan una herida abierta con Fernández, desde que vetó la parte del Presupuesto 2021 que permitía la creación de zonas francas en esa provincia norteña. Para contener la bronca, la Casa Rosada abrió una mesa de diálogo para compensar ese artículo que había asfaltado la relación con el “misionerismo”
El espacio de Ramón también contiene al rionegrino Luis Di Giácomo, cuyo monobloque responde al exgobernador y actual senador Alberto Weretilneck. En la misma noche, poco después de la aprobación de la nueva fórmula de actualización jubilatoria, el exmandatario rionegrino fue uno de los 39 votos en el Senado para transformar en ley la Interrupción Voluntaria del Embarazo en una sesión histórica
La aritmética que diagramó el oficialismo alcanzó lograr la aprobación definitiva con 132 votos positivos y 119 negativos. Los tres votos que permitieron superar los 129 sumaron otro aliado esquivo: el bloque Acción Federal que hasta septiembre formó parte del interbloque de Juntos por el Cambio y luego se declaró prescindente de todas las fuerzas políticas. Está integrado por el riojano Felipe Álvarez y el santacruceño Antonio Carambia. Los dos aportaron sus votos dentro de la relación inestable que mantienen con el oficialismo desde que se desmarcaron del mayor conglomerado opositor. La última pieza la dio Alma Sapag, la única representante del Movimiento Popular Neuquino, que también votó a favor, como parte de los acuerdos de la Casa Rosada con el mandatario patagónico, Omar Gutiérrez.