El alto directivo en la jerarquía de la multinacional Techint Héctor Zabaleta se convirtió hoy en el quinto arrepentido del caso de los cuadernos y recuperó su libertad a menos de 24 horas de haber sido detenido en su casa de Villa Urquiza.
Zabaleta fue detenido el lunes sorpresivamente por orden del juez Claudio Bonadio, después de que la investigación llegara a la conclusión de que el “Héctor” que figura en los cuadernos del chofer de Roberto Baratta, Oscar Centeno, podría ser él.
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“Héctor” figura en los cuadernos como el supuesto directivo de la Techint que habría entregado bolsos y paquetes con dinero en un estacionamiento ubicado en el subsuelo de esa empresa a ex funcionarios del gobierno anterior.
Zabaleta, un contador de 72 años que trabajó casi medio siglo en Techint, habló de sumas de dinero y de pagos pero no especificó en calidad de qué fueron entregadas. Parecería poca información en relación a lo que están buscando el juez Claudio Bonadio y el fiscal Carlos Stornelli. Ya consiguieron tres empresarios arrepentidos que, según fuentes judiciales, habrían aportado mayor información. El tema es que los tres anteriores estaban muy vinculados a Grupo Macri. La “confesión” de un directivo de Techint es otro golpe de impacto.
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La jornada de este martes tuvo un mojón importante: el auditor Javier Fernández permaneció desde muy temprano en el despacho de Bonadio con su abogado, Esteban Montanaro, revisando minuciosamente los casi 23 cuerpos que ya tiene de la causa. Cada cuerpo tiene 200 páginas. El trámite demoró un tiempo. Después, Fernández declaró ante Bonadio. Negó todo lo que está escrito sobre él en los registros que se atribuyó Centeno, dijo que jamás entregó valijas con plata y le dejó al juez y al fiscal –que no participaron de la indagatoria- una pila de documentos de auditorías de las que él participó contra funcionarios kirchneristas.
En la víspera, el empresario Rodolfo Poblete, a través de su abogado, Gustavo Trovatto, exigió también él ver toda la prueba previo a la indagatoria. Se lo concedieron, pero Poblete terminó preso. En su declaración había negado ser parte de una asociación ilícita y se acogió al derecho de todo imputado de negarse a declarar.
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La esperada catarata de arrepentidos es, por ahora, una cascada. Para el juez y para el fiscal acaso no haga falta más. Por lo menos por el lado de los empresarios.
Este martes también declaró el ex chofer de Néstor Kirchner, el empresario Rudy Ulloa Igor. En rigor, se presentó ante el juez para negar los cargos y anunciar que no estaba en condiciones de declarar porque no pudo aún ver la causa. Por recomendación de su abogado, Adrián Tenca, resolvió no hablar. El trámite de la indagatoria ya está cumplido y a partir del próximo lunes, cuando termine la ronda de indagatorias con la presentación de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, comenzarán a correr los diez días hábiles para resolver las respectivas situaciones procesales.
Este miércoles continuarán las indagatorias. Y el plato fuerte del día –al menos dentro de los previstos- es la declaración del ex juez Norberto Oyarbide: fue el magistrado que sobreseyó a Néstor y Cristina Fernández de Kirchner en una causa por supuesto enriquecimiento ilícito y el mismo que procesó a Maurcio Macri, cuando era jefe de Gobierno porteño, por las escuchas ilegales.