Un agente de inteligencia reconoció que la AFI lo habilitó para tomar contacto con el falso abogado Marcelo D’Alessio para que le proporcionara información sobre casos de narcotráfico. Se trata del espía Claudio Oscar Alvarez, quien prestó declaración como imputado en la causa que instruye el juez Luis Rodríguez, en la que D’Alessio está procesado por presunto intento de extorsión al agente aduanero Gabriel Traficante.
Ante el juez Rodríguez, el agente de la AFI reconoció que “a Marcelo Sebastián D´Alessio se lo presentaron en el año 2015 o 2016, y se lo presentó un agente que se llamaba Gastón Parra que duró muy poco en la agencia”.
“Como D´Alessio era una persona que manejaba temas de drogas, pidió autorización a la agencia para obtener información del mismo. Que D´Alessio le daría una información sobre un narcotraficante que iba a entregar información de otro narcotraficante. Que fue autorizado por la Agencia para tomar contacto con D´Alessio”, declaró.
La declaración parece demostrar que las autoridades de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) no sólo sabían de la existencia de D’Alessio sino que lo tomaban como una potencial fuente de información en casos de narcotráfico, a punto tal de autorizar a un “orgánico” a entrevistarse con él para recabar datos.
Alvarez recordó que “se reunió con D´Alessio en Canning en la oficina de D´Alessio, que se presentó como abogado, que tenía relaciones con la DEA”.
El pivot en la relación entre Alvarez y D’Alessio fue el detenido agente de inteligencia Rolando “Rolo” Barreiro.
Según declaró Alvarez, “Barreiro le dijo que el fiscal de Mercedes, Juan Bidone, junto con D´Alessio y la señora Carrió, estaban relacionados trabajando en algo serio vinculado a la investigación del Triple Crimen”. En ese escenario, afirmó Alvarez: “Barreiro me manifestó que tanto él y D´Alessio seguían trabajando para la AFI”.
Después de aquella primera reunión hubo un encuentro con el supuesto informante, pero todo se desbarató cuando apareció una mujer filmándolos con un celular.
Tras ese incidente, Alvarez declaró que “a D´Alessio no lo vio más hasta que Barreiro lo volvió a llamar y le dijo que D´Alessio necesitaba alguien que se pare en la puerta del estudio y le pagaría por ello». Y agregó que a «D´Alessio le llevarían una plata y necesitaba dos custodias. Fue junto con otro agente llamado Daniel Tomazo. En el lugar se quedaron en una antesala que tenía en el estudio ubicado en Canning en las Toscas. El lugar tenía una antesala con unos separadores de madera. Entraron unas personas a ver a D´Alessio pero él no las conocía. Luego de esa reunión D´Alessio les pagó y se fueron”.
La descripción de ese hecho muestra que después de un incidente fallido en el que D’Alessio iba a facilitar una información sobre narcotráfico que nunca apareció, dos agentes oficiales de la AFI realizaron un trabajo de custodia privado del falso abogado, quien además les pagó (no hay registro de tal pago) por ello.