Se conocen hace casi tres décadas, pero en los últimos meses la relación atravesó momentos muy complicados. “Un amigo desde hace 25 años”, presentó a Donald Trump a Mauricio Macri. El mandatario estadounidense destacó el “creciente papel de liderazgo” de la Argentina en el escenario mundial así como también las “reformas políticas y económicas” implementadas por el gobierno de Cambiemos.

“Por suerte no figuramos entre sus prioridades”, festejó un poco en serio y un poco en broma un asesor de Macri. El Presidente norteamericano aún genera zozobra en el gobierno argentino que apoyó abiertamente su contrincante, Hillary Clinton. El reacomodamiento al nuevo escenario llevó algunos meses en los que los tropiezos fueron moneda corriente.

El entonces embajador en Estados Unidos, Martín Lousteau, aseguró que no había peligro de que el magnate tomara medidas proteccionistas. Pero a poco de asumir la presidencia Trump decidió revisar todos los acuerdos que había suscripto su antecesor, Barack Obama. Los limones argentinos se encontraban entre los productos que hasta ahora no lograron cruzar la aduana estadounidense.

En su visita Macri intentará torcer esa medida, que parece más simbólica que económica. En el menú del almuerzo que compartieron en la Casa Blanca hubo agnolotis de limón y ricota, pero no quedó claro si se trató de una simple coincidencia o una ironía.

La situación de Milagro Sala a cuya detención fue considerada “arbitraria” por el Departamento de Estado de los Estados Unidos no figuró en el temario que abordaron los mandatarios.

Durante el encuentro, Trump le entregó al mandatario argentino una “amplia partida de documentos desclasificados relacionados con los abusos en materia de derechos humanos en la Argentina durante la dictadura militar”, informó el gobierno argentino en un comunicado.

Tras la reunión de trabajo conjunto, se confirmó asimismo que el gobierno norteamericano pondrá en marcha en mayo el programa “Global Entry de Pasajeros Confiables”, para facilitar la “entrada expeditiva a través de los puntos de ingreso a los Estados Unidos de viajeros argentinos de bajo riesgo y sujetos a una verificación de seguridad previa”.

En un documento conjunto, se destacó que Argentina “ha mejorado el clima de inversiones, comercio y desarrollo económico de largo plazo”, en tanto que ambos jefes de Estado se comprometieron a estrechar el vínculo para combatir el tráfico de drogas, el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo, la corrupción y otras actividades financieras ilícitas.