La medida de fuerza en demanda de “mayores medidas de seguridad” que llevó adelante durante 24 horas el gremio La Fraternidad, que nuclea a los conductores de locomotoras, finalizó este mediodía por lo que los servicios comenzaron a normalizarse.

Desde el lunes trabajaron “a reglamento”, lo que en la práctica consistió en circular no más de 30 kilómetros por hora, lo que provocó múltiples demoras y cancelaciones en los servicios ferroviarios urbanos.

La medida que finalizó este mediodía fue informada a los usuarios por el sindicato ferroviario a través de folletos que fueron repartidos en las distintas estaciones. En los volantes se reclamaba por “mayores condiciones de seguridad” y se advertía que, debido a la “emergencia ferroviaria”, se estaba “ante una de las peores crisis de la historia”, según el texto.

En el folleto solicitan con urgencia, “repuestos y reparaciones y obras en las vías para seguridad y confort”, así como la actualización del sistema de comunicación y señales.

Emergencia ferroviaria

Desde el Gobierno nacional consideraron como “extorsivas” las medidas de fuerza y las atribuyeron a la intención de negociar “un aumento salarial superior al que se firmó con el resto de los sindicatos ferroviarios.

Según informa el portal Noticias Argentinas, las fuentes oficiales afirmaron que “esta vez no tomaron la decisión de ir a un paro, pero hacen esta medida de reducir la velocidad de los trenes, que es lo que más jode a la gente, con la excusa de que el sistema ferroviario está en emergencia”.

El 13 de junio pasado, a través de un Decreto de Necesidad y Urgencia, el Gobierno nacional declaró la Emergencia Pública Ferroviaria con un plan de acción definido que contempla obras para la mejora del servicio.