Doce horas después de lo previsto, tras una jornada intensísima que incluyó una protesta de trabajadores municipales con incidentes y rosca con la oposición hasta el último minuto por los fondos, la Legislatura bonaerense trató y sancionó esta madrugada el presupuesto 2023 y la ley impositiva con que el gobernador Axel Kicillof gobernará el último año de su mandato.
Los proyectos se aprobaron primero en la Cámara de Diputados, que tenía previsto sesionar a las 11 de la mañana y lo hizo pasadas la 1 de la madrugada, y luego en el Senado cerca de las 4 de la mañana. La doble sesión se demoró hasta casi el límite horario de las 00 horas, debido a las diferencias entre el Frente de Todos y Juntos por los fondos que le tocarán en 2023 a cada uno de los municipios y por una protesta de trabajadores municipales que reclamaban un cambio en la letra del presupuesto para enganchar las asignaciones familiares que se pagan en las comunas a las de Nación, un ítem que pasó finalmente a comisión.
La ley de leyes contempla gastos por 6,9 billones de pesos, un déficit primario de 81 mil millones y un déficit financiero de 249 mil millones, e incluye pedidos de financiamiento en moneda extranjera y en moneda local por 168.062 millones. La ley impositiva, en tanto, prevé una suba de hasta el 60% en el Inmobiliario y un tope del 40% en el caso del Automotor.
El acuerdo del oficialismo con legisladores e intendentes de Juntos para sancionar ambos proyectos comenzó a tejerse en noviembre y terminó este jueves a última hora. La oposición reclamaba casi 87 mil millones en recursos para obras y seguridad en los municipios, un punto que había sido incluido en presupuestos anteriores. El diferendo, que llevó un sinfin de reuniones a contrarreloj en la maratónica jornada del jueves, quedó saldado con la inclusión en el texto final de un fondo para obras y para seguridad por un total de 56.500 millones de pesos para uso exclusivo de los 135 municipios.
El primer programa se llamará «Municipios a la Obra», en lugar de «Fondo de Infraestructura Municipal» -como se llamó desde 2016 a la fecha- y fue fijado en 45.500 millones de pesos. En tanto, el Fondo Municipal para el Fortalecimiento de la Seguridad fue presupuestado en 11 mil millones de pesos. En ambos casos, se acordó que el Ejecutivo realizará el 30% del desembolso antes del 31 de marzo de 2023, un 10% más antes del 30 de abril. Este era uno de los cambios que exigía la oposición de manera de agilizar la llegada de los fondos en el primer tramo del año, en que se jugará la carrera electoral.
Otro punto que generó desacuerdos y generó tensión en la jornada legislativa fue el Código Único de Distribución (CUD) por el que la Provincia coparticipa los fondos a cada municipio. Juntos denunciaba que muchas de sus comunas recibirían menos fondos que en 2022 debido a como estaba calculado ese índice. Para saldar la discusión, se acordó compensar los recursos perdidos a través de Adelantos del Tesoro Provincial (ATP) para los casos en que se dé esa situación.
La aprobación de ambas leyes se dio con muy poco debate. En Diputados, sólo se leyó la carátula del proyecto y se votó pero no hubo un portavoz por el oficialismo que presentara el Presupuesto y la ley impositiva, como es habitual en estos casos. El que pidió hablar apenas se aprobó fue el legislador de la Izquierda, Guillermo Kane, quien aseguró que se trata de «un presupuesto de ajuste» y denunció que se votaba «a libro cerrado» sin conocer la letra final del texto.
El debate en la Legislatura bonaerense
La diputada del FdT, Lucía Iáñez, puso el acento en las prioridades del presupuesto. «Es muy importante aprobar este proyecto porque refleja el trabajo que se está haciendo en la provincia y que ha puesto prioridades que tienen que ver con el fortalecimiento de cuestiones vinculadas con la producción, a la salud, a educación, trabajo», dijo y destacó la inversión en género, derechos humanos y ambiente.
Por Juntos, en tanto, habló el diputado Valentín Miranda, quien reivindicó el acuerdo logrado con el oficialismo y sostuvo que forma parte de una «oposición constructiva que pone frenos a los abusos, que hace control, que marca las diferencias y propone mejoras».
Al llegar al Senado, los dos expedientes fueron defendidos por el legislador Marcelo Feliú del FdT. «El gobernador Kicillof ha ideado un Presupuesto y una ley impositiva que está a la altura de esta circunstancias del país», dijo, al tiempo que ponderó que no se incrementa la carga impositiva en 2023 y que se logró un acuerdo con Juntos que permitió allanar ambas leyes. En este punto, el senador agradeció la «madurez política» de la oposición para «llegar a un consenso responsable».
Por la oposición, el que tomó la palabra fue el senador Marcelo Daletto, quien criticó la falta de información sobre la ejecución presupuestaria provincial, como también que el Ejecutivo «se queje por la Coparticipación pero no plantee soluciones» para cambiar el reparto en favor de la Provincia. En este punto, el legislador defendió la gestión realizada por la ex gobernadora María Eugenia Vidal y lanzó una chicana: «Kicillof hace obra pública con los fondos que consiguió Vidal». En contrapartida, el senador monzoísta destacó el Fondo de Fortalecimiento Fiscal que consiguió Kicillof por el punto de coparticipación que la Nación le quitó a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. «Podemos diferenciarnos de la forma, ahora de fondo no puede haber un senador en este recinto que no defienda el Fondo que consiguió el gobernador Kicillof y que hay que mantenerlo por los próximos años», remarcó.
La inversión, área por área
El ministro de Hacienda y Economía, Pablo López, celebró este viernes la sanción de ambos proyectos y dijo que será una «hoja de ruta para profundizar la reconstrucción» de la provincia. Agradeció a la oposición y a la titular del Senado, Verónica Magario, y el presidente de Diputados, Federico Otermín, por trabajar en busca de los votos para la aprobación.
El funcionario remarcó que, en 2023, el foco de las políticas públicas «seguirá puesto en las funciones esenciales del Estado bonaerense, como salud, educación, seguridad, ambiente, la transversalización de la perspectiva de género, desarrollo productivo y la inclusión social».
«Creemos en un Estado activo y atento a las necesidades reales de las y los bonaerenses», dijo y apuntó que por esto el Presupuesto 2023 «jerarquiza las funciones esenciales del sector público y prevé niveles sostenibles para los compromisos de deuda».
El Presupuesto que se aprobó en la Legislatura bonaerense plantea una inversión de capital total de 553.635 millones, lo que significa una suba del 24,9% respecto de 2022 y de 123,3% en términos reales respecto a 2019, llegando a representar el 8,0% del gasto total previsto para el año que viene. El 83% de estos fondos serán destinados a áreas clave como Educación, Salud, Seguridad, Vivienda, Vialidad, e Infraestructura hídrica y energética.
Entre las obras proyectadas para el 2023 están la construcción de estaciones transformadoras de energía; viviendas; obras de vialidad destinadas a inversión y mantenimiento en rutas y caminos rurales; pavimentación de caminos productivos; obras de iluminación, señalamiento y de seguridad vial; obras de agua y saneamiento, que incluye la construcción de plantas potabilizadoras de conducción de agua potable, acueductos, desagües pluviales y cloacas, entre otras.
En Educación, en tanto, la inversión proyectada en obras y equipamiento es de un 48% más que en 2022 y de 435% en términos reales respecto de 2019. En 2023, el presupuesto de la Dirección General de Cultura y Educación alcanzará los 1.827.587 millones, de los cuales 64.257 millones serán para obras y equipamiento. En particular, el presupuesto contempla $23.900 millones para el programa Escuelas a la Obra, $4.327 millones en tecnología educativa y 3.273 millones para fortalecimiento edilicio de jardines.
En Salud, la inversión prevista -por fuera de los salarios- es de 162.350 millones en equipamiento, insumos e infraestructura y representa un 5,8% respecto de 2022, mientras que Seguridad y Justicia contarán con un presupuesto total para equipamiento e infraestructura de 62.093 millones, lo que implica una mejora del 406% en términos reales con respecto a 2019.
Desde el Ejecutivo remarcaron también que es el segundo presupuesto con perspectiva de género y el primero con perspectiva ambiental. En el primer caso, la inversión alcanzará los 128.935 millones, lo que representa un 2,5% del presupuesto total; mientras que en el segundo ítem, el flamante Ministerio de Ambiente se llevará un presupuesto de 11.969 millones en 2023, lo que representa un aumento de 47% real respecto a este año.
En cuanto a la ley fiscal impositiva, las subas proyectadas en los impuestos patrimoniales serán más bajas que la inflación. El Impuesto Inmobiliario subirá hasta un 60% -con un tope de 75% en el caso de las partidas rurales- y el Automotor, un 40%.
En Ingresos Brutos, el tributo con mayor incidencia en las arcas provinciales, se mantendrán las alícuotas aunque aumentará en un 95% el monto máximo de facturación, en relación con la inflación, para seguir beneficiando a las pequeñas y medianas empresas con las alícuotas reducidas. Al mismo tiempo, sostendrá la exención por 12 meses a los nuevos contribuyentes de régimen simplificado.