Corrió mucha agua bajo el puente en la relación entre el presidente argentino, Alberto Fernández, y su par brasileño, Jair Bolsonaro. Antes de las elecciones del año pasado, Bolsonaro tuvo varias expresiones de injerencia en la política interna de la Argentina y el entonces presidente Mauricio Macri dejó que rodaran. El mandatario brasileño les pidió a los ciudadanos que “voten bien”, es decir, que reeligieran a Macri. Luego, cuando finalmente se impuso el Frente de Todos en octubre, declaró que los “argentinos se equivocaron” y que no “iba a permitir que migraran” al Brasil. La guerra de declaraciones siguió. Alberto F, el día que se consagró presidente electo, lo primero que hizo fue pedir por la libertad del ex presidente Igancio Lula Da Silva, que aún se encontraba detenido
La escalada llegó incluso a los hijos. Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario brasileño, subió en su cuenta de twitter una foto en la que él aparecía con una ametralladora y la puso junto a una imagen del hijo de Alberto F interpretando cosplay.
Todos estos cruces parecen haberse terminado de cerrar este miércoles 12 de enero. El presidente de Brasil mantuvo una “cálida reunión”, según el comunicado de la Cancillería argentina, con el ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Solá. El encuentro duró de 50 minutos.
Según lo difundido por la cartera de Solá, Bolsonaro “le propuso al canciller argentino mantener una reunión bilateral” con Alberto Fernández en Montevideo “el primero de marzo, en el marco de la asunción del presidente uruguayo Lacalle Pou”.
“También dialogaron sobre la posibilidad de que el Mercosur promueva y genere acuerdos de libre comercio con terceros países”. “Solá-agrega la información brindada por Relaciones Exteriores-aprovechó el encuentro para describirle al presidente Bolsonaro la situación económica y social del país y solicitarle el apoyo en el marco de la renegociación de la deuda que lleva adelante Argentina”.