En menos de siete días se ordenó una parte del calendario electoral para dos de los distritos más importantes del país. En la Ciudad de Buenos Aires el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, arrancó la semana con una decisión que desató una tormenta en desarrollo: desoyó los reclamos del expresidente Mauricio Macri y decidió realizar las elecciones porteñas junto con las nacionales en la misma jornada, pero con dos sistemas de votación diferentes.
Este sábado, el gobernador bonaerense Axel Kicillof oficializó la misma decisión y no desdoblará los comicios provinciales de la contienda nacional. Para que se concrete la pelea porteña todavía resta sortear un obstáculo técnico que podría poner todo en peligro, pero por ahora el calendario está definido y en Juntos por el Cambio sigue siendo un enigma la futura convivencia política entre Macri y Rodríguez Larreta luego del quiebre de este lunes.
El alcalde porteño sabe que luego de confrontar con el magnate debe mantenerse en movimiento. Si se queda quieto, dicen en su equipo, corre el riesgo de que la decisión «necesaria, audaz y riesgosa» que tomó, se le vuelva en contra o debilite su precandidatura electoral. Apenas regresó de Barcelona ordenó la difusión de uno de los cuatro videos que había grabado antes de partir. Se difundió la opción sin retorno: elecciones concurrentes con sistemas de votación separados en la misma jornada.
Al intendente ahora le queda otra prueba y definir si realmente habrá un candidato único del PRO para pelear su sucesión. Macri dijo que estaba «desilusionado», la exgobernadora María Eugenia Vidal dijo que la fuerza política que le habían prometido a los argentinos no era esa. Debajo de esa bronca sigue sin definirse el tema de fondo y Rodríguez Larreta sigue enredado en la contienda porteña cuando necesita nacionalizarse y no municipalizarse.
El ministro de Gobierno Jorge Macri, con el respaldo de su primo, seguirá reclamando la candidatura única que prometió el alcalde, pero en el larretismo aseguran que el ministro de Salud Fernán Quirós sigue sonando como una opción «mucho más competitiva» que el intendente de Vicente López en uso de licencia.
Hasta la semana pasada dentro del PRO sostenían que era cuestión de tiempo para que Quirós se baje. Lo mismo para la ministra de Educación, Soledad Acuña. Ahora ambas opciones no asoman con tanta firmeza. Los mensajes que deslizan desde el entorno del expresidente siguen siendo virulentos. En el larretismo lo interpretan como una confirmación de la debilidad que padece Macri desde que decidió bajarse del ring side electoral. Con la decisión sobre el calendario electoral se mantienen los nubarrones para el interés estratégico del clan Macri: recuperar el control de la Ciudad y desplazar a sus actuales inquilinos del poder.
Sin efecto arrastre entre la elección nacional y la porteña, las chances del primo Jorge están en discusión. En la sede de Uspallata los funcionarios más críticos del ministro Macri auguran que no será el candidato único del PRO y apuestan por una PASO porteña con cuatro competidores de JxC: Macri y Quirós por el partido amarillo, Ricardo López Murphy por Republicanos Unidos y Martín Lousteau por la UCR.
Para una parte de JxC es un escenario inaceptable que requiere un pacto de unidad, pero hasta ahora nadie se baja. A esa bruma se suma otro problema: el alcalde tiene cuatro meses para resolver la licitación y la implementación de la Boleta Única Electrónica. La decisión depende del ministerio que conduce Jorge Macri y es una papa caliente: en cada comicio el sistema fue provisto por la empresa MSA y en esta oportunidad podría desatarse una guerra de impugnaciones y una controversia judicial con las demás empresas del sector.
El tema está en el radar del larretismo y, si se complica, podría abrir un nuevo frente de debilidad cuando siguen las preguntas sobre cómo hará Macri para llevar adelante la implementación de una decisión que no comparte.
Moneda al aire
«Falta un acuerdo en la Ciudad, Jorge ha quedado muy desgastado y no le aportó nada a Horacio en medio de esta contienda. Nuestras primarias se pueden transformar en una moneda al aire», confiaron en el PRO porteño. Una opción que podría reducir la multiplicidad de candidatos es que Vidal acelere el entierro de sus ambiciones presidenciales y juegue como precandidata a suceder a Rodríguez Larreta.
No parece ser el deseo de la exgobernadora, que avanza alineada con Macri para disputar la boleta grande. Si lo hace sólo le restaría votos al alcalde porteño en la disputa con Patricia Bullrich por la candidatura presidencial de JxC en un momento donde la UCR sigue enfrascada en su interna entre el gobernador jujeño Gerardo Morales y el diputado nacional Facundo Manes.
En JxC se preguntan por la salud del mandatario norteño y otros sobre la demora del neurólogo para decidirse, pero en los cálculos la presencia radical podría quedar relegada a un candidato a vice que acompañe a alguno de los dos aspirantes del PRO.
«Si no hubo acuerdo hasta ahora, tampoco lo habrá en el futuro, Larreta sabe que con Macri no tiene retorno», reflexionó un integrante del equipo de Bullrich. En esa latitud de la interna amarilla sospechan que detrás de los movimientos del alcalde está nuevamente el empresario de medios, consultor y exfuncionario del menemismo Guillermo Seita, que posee la licencia de CNN en Argentina y también tiene en su cartera a clientes como el gobernador cordobés Juan Manuel Schiaretti y a su par santafesino Omar Perotti.
La exministra de Seguridad se tomó licencia de la presidencia del PRO para dedicarse de lleno a la campaña. En rigor, se trata de un reclamo que le vienen haciendo distintos dirigentes del interior, y también del larretismo, luego de acusarla de parcialidad para cerrar acuerdos y pactar a su favor y en detrimento de sus competidores internos. Bullrich se mantiene expectante frente a la pelea sorda entre Macri y Rodríguez Larreta. Mantendrá su agenda proselitista y buscará dedicarle una visita al conurbano y otra al interior del país.
Con la decisión de Kicillof de unificar las fechas bonaerenses con las nacionales, Rodríguez Larreta comenzó a moverse por fuera de la contienda porteña. Este sábado se reunió con un grupo de intendentes bonaerenses de JxC y les propuso que haya lista única para jefe comunal en cada distrito y que sea impulsada por cada uno de los precandidatos a gobernador y a presidente.
Es un respaldo para el diputado nacional Diego Santilli que asoma como el aspirante que podría imponerse en la interna provincial que tiene seis competidores. «Voy a defender la unidad en los municipios donde gobiernan nuestros intendentes de JxC. Todos vienen haciendo una gran gestión y vamos a cuidar esos logros. Tenemos que ir a fondo en la pelea por ganar mas municipios y volver a ganar la Provincia de Buenos Aires», arengó el alcalde en su cuenta de Twitter para dar una señal de unidad por fuera del duelo que tiene con Macri y sigue sin resolución aparente.
La propuesta bonaerense de Larreta necesita que bailen los otros contendientes en ese acuerdo. Bullrich va a seguir posicionándose como la que puede contener una parte de la fuga de votos por ultraderecha. Esta semana le tocó afrontar las críticas de los demás socios por excederse en los guiños para el diputado de ultraderecha Javier Milei.
Al igual que Macri, dijo que podrían confluir en una eventual segunda vuelta. Bullrich está convencida que Rodríguez Larreta afronta una pendiente declinante en las encuestas y una tendencia que lo pondrá en riesgo. Cerca del alcalde condenan la osadía de la exministra y apuntan que es «una irresponsabilidad cuando es parte de otro espacio. Hay que ver qué pasa si ella pierde. ¿A dónde se va a ir?», se preguntaron.
La temperatura de la interna macrista no ha bajado y no pasa inadvertida para los demás socios. Este sábado la Mesa Nacional de la Coalición Cívica tuvo un plenario y emitieron un comunicado. Pidieron «bajar la intensidad de las diferencias y, en cambio, fortalecer la unidad y amistad política», para encausar una interna que tiene 60 días de definiciones por delante.