1 Nilda, 71 años, docente jubilada. Vine a la plaza porque ya lo pasé y no quiero que vuelva a pasar todo esto. Estábamos viviendo muy bien pero lo del 2 x 1 me puso muy triste. Es retroceder 40 años y no lo digo por mí, porque mi vida ya está completa, sino por mis hijos y nieto. Pienso en el futuro y lo veo sin salida, es como volver otra vez a los 90. Creo que aplicar el 2×1 a un genocida no es casualidad sino un plan orquestado por el gobierno. Es algo más para distraernos mientras siguen con su política económica nefasta. Quieren desmantelar a nuestro país y quitarnos todos los derechos logrados.
2 Carolina, 30 años, empleada. Vine con mi bebé de siete meses porque creo que es fundamental no olvidar lo que pasó y más importante aún, no quiero que él sufra lo mismo. Quiero que aprenda a luchar. Con lo del 2×1 es como si nos siguieran golpeando. Además, quiero acompañar a los familiares de desaparecidos, pero no desde un lugar de confrontación con el gobierno, sino de acompañamiento para que las Madres y Abuelas puedan seguir de pie.
3- Zoe, 18 años, estudiante secundaria. Salí del colegio en Olivos y me vine a la plaza con algunos de mis compañeros porque nos parece una injusticia terrible lo del 2×1 a un genocida. Quiero apoyar de alguna forma la lucha de las Madres y las Abuelas y considero que eso es algo que tendríamos que hacer todos los jóvenes.
4- Roberto 69 años y Edith, de 65, jubilados. Somos hermanos y nos tomamos el 159 desde Quilmes porque no podíamos faltar hoy. Es una convocatoria importante para todos, fundamentalmente para los más jóvenes. Ni un genocida tiene que estar afuera. Es increíble que hayamos llegado a este punto donde se los beneficia y se los manda a la casa. No faltamos nunca a una movilización popular. Desde que fuimos a buscar a Perón a Ezeiza, con las balas rozando nuestras cabezas, hasta la despedida de Cristina. A pesar de nuestra edad, vamos a seguir luchando.
5 Gumercinda, 54 años, mamá de Judith Giménez, asesinada en 2007 por un gendarme. Soy inmigrante pero ya me incluyo como una argentina más, porque son 32 años acá, y nunca pensé ser víctima de la violencia institucional. Así que me tocó estar en la vereda de los que luchan por la democracia hace 42 años, pero ahora se le ocurre a este presidente, que tiene controlada la justicia, aplicar el 2×1, que va a dejar libres a todos los que hicieron tanto daño. Por eso digo que hoy la Argentina está en peligro.
6- David, 36 años, empleado de comercio. Fui a buscar a mi hijo de seis años al colegio y lo traje a la plaza para que aprenda que los genocidas tienen que estar en la cárcel, no pueden caminar al lado nuestro.
La portada Carmelo Arce, 71 años, jubilado, junto a toda su familia. Lo que nadie dice es lo que los genocidas pueden llegar a hacer si están en libertad, pueden vengarse de los testigos y de todos los que declararon en su contra. Con fallos como el del 2×1 se van a sentir reivindicados, van a sentir que cuentan con el apoyo político, van a sentirse impunes otra vez.