El presidente Mauricio Macri tiene a la firma un nuevo regalo de fin de año para el Grupo Clarín: un decreto que lo habilitaría a funcionar como el cuarto operador de telefonía celular. Según lo que el propio gobierno hizo trascender, el DNU presidencial permitirá que Nextel, adquirida en 2015 por Cablevisión, pueda vender telefonía móvil y conexión de alta velocidad. Con esa decisión, el gobierno sumará al grupo de medios más potente e influyente de la Argentina a un negocio que hasta ahora se divide entre tres: Claro -de Carlos Slim-, Movistar de Telefónica y Personal de Telecom.
La excusa oficial, obvio, es ampliar la competencia en un sector signado por la concentración. Pero los beneficios que se le otorgarían al multimedios distan de ser apenas un envión. Clarín obtuvo el espectro que hoy opera con Nextel luego de comprar cinco proveedores de Internet, por los cuales pagó unos U$S 120 millones. Ese espectro corresponde a conectividad punto a punto empresaria, pero el decreto presidencial permitiría que sea usado para telefonía móvil de cuarta generación. Con esa modificación, Nextel quedaría en condiciones de ofrecer telefonía y datos 4G al público en general, y a precio de ganga: según estimaciones del mercado, el multimedios que conduce Héctor Magnetto tendría que invertir apenas unos 50 millones de dólares para convertir el espectro que ya posee y volverlo operativo, mientras que en 2015 las telefónicas tuvieron que pagar unos 1500 millones de dólares entre 500 y 600 millones cada una para poder operar 4G.
La circulación del borrador provocó un ataque de nervios entre los operadores del sector, pero solo Telefónica hizo público su rechazo al posible DNU. La compañía española considera que la decisión le otorga espectro barato a la principal cableoperadora del país, bajando las barreras de su ingreso al negocio de la telefonía móvil mientras que se mantiene la restricción para que las telefónicas puedan ofrecer televisión paga.
No resulta comprensible por qué se habla de convergencia cuando en realidad lo que sucede es que se habilita el ingreso al principal jugador en la TV de pago a la telefonía móvil; mientras a los que operan en telefonía móvil no se les permite ingresar al negocio de la TV de pago, deslizó una fuente de Telefónica, quien confirmó la intención de la empresa de recurrir al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (el CIADI) si se avanza con lo que consideran una discriminación.
En los próximos días se sabrá si la queja tuvo efecto. O si Clarín termina el año con su jugoso regalito de Navidad. No sería la primera vez que recibe un cheque grueso sobre un fin de año. En diciembre de 2007, el entonces presidente Néstor Kirchner autorizó la fusión de Cablevisión y Multicanal. Fue el primer paso del Grupo en su ansiado camino hacia la «convergencia». El segundo paso era la adquisición de Telecom. La negativa K a otrogar esa nueva concesión detonó una guerra entre el multimedios y el kirchnerismo que todavía perdura. Macri se dispone ahora a cumplir ese postergado sueño de Magnetto. Total normalidad. «