Luego del masivo acto en Plaza de Mayo para que el gobierno revea su política económica, un grupo de encapuchados arrojó varias bombas molotov a una sede porteña de Gendarmería. Es inevitable vincular este ataque con otras situaciones que se fueron dando en anteriores movilizaciones multitudinarias, siempre sospechadas de haberse producido durante zonas liberadas, en las que aparecen desconocidos y provocan destrozos. Una vez más, no hay detenidos.
Según se puede observar en las imágenes de un video de seguridad, al menos siete encapuchados se acercaron a la mutual de Gendarmería en Tacuarí 566, en Monserrat, donde tiraron una decena de botellas incendiarias. Aparentemente, siete lograron explotar causando algunos daños menores sin heridos. La policía de la Ciudad incautó otras tres botellas que no llegaron a incendiarse.
El hecho se registró cerca de las 16:30 y los infiltrados consiguieron escapar. Se informó que desde el Centro de Monitoreo de la Ciudad intentaban dar con los sospechosos, pero curiosamente al cierre de esta edición no tenían suerte.