El exjefe de Contrainteligencia e histórico hombre fuerte de los espías Antonio “Jaime” Stiuso proclamó en un documento judicial que fue “víctima de lawfare”, destrozó al fiscal Guillermo Marijuán y al juez Sebastián Ramos por el sobreseimiento de la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y finalmente anunció que consentirá esa medida “para dejar atrás el pasado”.
Sin embargo, advirtió: “dejar atrás el pasado no es olvidar, ni negar lo ocurrido. (…) Una cosa es dejar atrás el pasado, otra cosa es avalar una mentira”.
Stiuso presentó un escrito de 13 páginas ante el juez Ramos consintiendo el sobreseimiento de CFK y otros funcionarios, ente ellos el senador Oscar Parrilli y el viceministro de Justicia, Juan Martín Mena (exjefes de la Agencia Federal de Inteligencia –AFI- en el tramo final del gobierno 2003-2015), en una causa en la que estaban imputados por una suerte de persecución en su contra.
Stiuso calificó a esa supuesta conducta como “lawfare”. Es la primera vez que un personaje de esta naturaleza reconoce la existencia de ese mecanismo, negado sistemáticamente por los funcionarios del gobierno de Cambiemos, a quienes se les achaca desde el actual oficialismo haber desplegado maniobras persecutorias para neutralizar y encarcelar a opositores.
El exespía no sólo afirmó que fue víctima de lawfare durante la etapa final del gobierno de Cristina Kirchner. Anunció, enigmático, que apuntará a esclarecer supuestas persecuciones que dice haber sufrido durante el gobierno de Mauricio Macri.
“Concentraré mis energías en la búsqueda de justicia por actos de lawfare de los que he sido víctima en años posteriores, con otros protagonistas”.
El escrito es particularmente crítico sobre el fiscal Marijuán, quien inició la causa en 2016, amplió sucesivamente la investigación hasta mayo de 2019 y finalmente dictaminó por el sobreseimiento de todos los imputados. “Desde mayo de 2019, cuando amplió el requerimiento, nada se hizo en el expediente que estuviera dirigido realmente a impulsar la pesquisa, siendo evidente que al poco tiempo de ese dictamen la realidad política comenzaba a modificarse”.
La investigación –añadió- se frenó después de una presentación judicial espontánea del senador Parrilli. “Parece ser que el poder de convencimiento que se generó con esa presentación derivó en que el fiscal se olvide de tantos hechos que habían ocurrido y cuya investigación había impulsado. (…) La actividad pesquisitiva del fiscal claudicó abruptamente”.
“A lo largo de toda la pesquisa, ni siquiera se concretó una simple declaración testimonial!!! Es más, ni siquiera se me convocó para que declare acerca de los hechos que me tenían como víctima”. Los signos de admiración están incluidos en el texto original de Stiuso ante la Justicia.
Asistido por los abogados Santiago Blanco Bermúdez y Julián Subías, el exagente de inteligencia sostuvo que a lo largo de la investigación Marijuán “reconoció la persecución” en su contra. «Pero como el fiscal es el que postula el sobreseimiento entonces el lawfare en mi caso no habría ocurrido”.
El lunes pasado, la web de Tiempo informó sobre el masivo sobreseimiento de exfuncionarios del último gobierno de CFK en una causa en la que Stiuso se sintió perseguido porque el entonces titular de la AFI, Parrilli, había dispuesto una norma interna para la supervisión de actividades de exagentes de inteligencia, que el propio juez Ramos declaró inconstitucional.
Parrilli dispuso la comparencia de un centenar de espías que se habían jubilado, entre ellos Stiuso (lo hizo en enero de 2015, en el contexto de la muerte del fiscal Alberto Nisman). Como no se presentó, Parrilli gestionó una “alerta azul” ante Interpol para dar con su paradero, y dispuso otras medidas en sintonía.
Marijuán, en su dictamen, y Ramos, en la resolución, descartaron que ello hubiera configurado un delito. Y atribuyeron la situación a la “relación siempre conflictiva” entre Stiuso y Parrilli. El ex espía desmintió esa afirmación: “Nunca tuve inconvenientes con el nombrado, ni lo traté. Creo haberlo visto en una sola ocasión antes de que asuma en la Secretaría de Inteligencia (SI)”.
“La afirmación que el fiscal y el juez utilizan para justificar sus decisiones es falsa, absolutamente falsa”.
Con todo, una frase del fallo del juez Ramos parece admitir tácitamente que la central de inteligencia realiza actividades ilegales: “Pese a los medios con los que contaba y cuenta la AFI, Parrilli utilizó los resortes legales pertinentes para lograr el objetivo señalado”, la presentación de Stiuso.
El exagente se mostró decepcionado con la decisión de Ramos: “pensé que iba a profundizar la investigación. Pero me equivoqué”. Y le reprochó la “notoria falta de voluntad de investigar los hechos objeto del expediente, que evidentemente enmascaran intenciones políticas” y “desalientan a los ciudadanos que buscan la protección del Estado frente a los abusos del poder”. «