El primo del presidente Mauricio Macri, Ángel Calcaterra, se presentó hoy de manera sorpresiva en los tribunales federales de Comodoro Py para dejar un escrito con el que intentó despegarse del pago de coimas que reconoció la empresa brasilera Odebrecht en relación a las obras del soterramiento del ferrocarril Sarmiento.
El empresario sostuvo que las coimas que pudo haber reconocido la brasileña Odebrecht en distintas partes del mundo son asuntos propios de esa compañía pero no eran conocidos por Iecsa, la firma que todavía estaba vinculada a la familia Macri cuando lograron quedarse con las obras investigadas, según informaron fuentes judiciales.
Calcaterra estaba citado a prestar declaración indagatoria este miércoles pero adelantó su visita a los tribunales de Retiro con el objetivo de evitar ser recibido por la prensa; algo que no logró porque el edificio se Comodoro Py 2002 se encuentra poblado de periodistas desde que estalló la causa de los cuadernos.
El primo hermano del presidente está imputado porque la empresa Iecsa, que el encabezó desde el 2007, conforma la Unión transitoria de Empresas (UTE) que ganó la licitación para realizar las obras de soterramiento del Sarmiento: las otras empresas son Odebrecht, Ghella y Comsa.
En la causa que tiene a cargo el juez federal Marcelo Martínez de Giorgi, el fiscal Franco Picardi sostuvo que Calcaterra y otros empresarios de Iecsa estuvieron involucrados en el pago de sobornos para la adjudicación y la continuación de la obra que tuvo distintos tramos y a la que se le aprobaron ampliaciones no previstas en la licitación original.
En la presentación, Calcaterra sostuvo que la licitación ocurrió en entre los años 2006 y 2008 y que los pagos reconocidos por Odebrecht habían sido efectuados una vez que la misma estaba concluida. Pero no se refirió a la posibilidad de que las coimas hubiesen sido pagadas en forma de retornos de los fondos adjudicados.
A lo largo del escrito que presentó junto con su abogado Ricardo Rosental, Calcaterra negó las imputaciones en su contra, dijo que Iecsa pudo haber cometido faltas administrativas pero no delitos y sostuvo que no podía responder por información que se supone fue recabada por la justicia brasilera y a la cual no tuvo acceso. Esa información llegará pronto a la Argentina a partir de un acuerdo de colaboración internacional alcanzado por los ministerios públicos de ambos países.
Calcaterra se presentó después de tomar la decisión de ser imputado colaborador o arrepentido en la ‘causa de los cuadernos’, en la que está acusado de pagar coimas al Ministerio de Planificación para ser favorecido en obras públicas. Allí seguró que le entregó dinero a Roberto Baratta, segundo de Julio De Vido, pero sostuvo que lo hizo bajo presión y como aporte para la campaña electoral del Frente para la Victoria.
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Su declaración quedó en crisis con los dichos de otro arrepentido, el ex presidente de la Cámara de la Construcción, Carlos Wagner, quién aseguró que todas las empresas de la construcción se reunían para definir quién se quedaría con cada obra pública y que todas debían entregar un porcentaje al ministro De Vido.
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El fiscal Picardi, que interviene en el caso Odebrecht, solicitó a los investigadores de la causa de los cuadernos que le remitan copias de la declaración de Wagner dado que trascendió que allí está explicitado como serían los mecanismos de pago de coimas.
Wagner, además, sostuvo que desde 2004 se estableció un sistema de cartelización de la obra pública a través del cual un grupo de empresas, que pagaba coimas a funcionarios públicos, establecía quienes serían los ganadores de cada licitación y cuáles serían los precios de las obras: entre ellas habría estado Iecsa.