El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva acusó al tribunal de apelaciones que aumentó su condena por corrupción de actuar en sintonía con los grandes medios de comunicación contra su Partido de los Trabajadores (PT) y el ascenso social de la clases bajas. «Seguiré luchando por la dignidad del pueblo brasileño. Sólo la muerte me sacará de las calles», dijo Lula en un discurso improvisado en la Plaza de la República de San Pablo. «Estoy extremedamente tranquilo y con la conciencia de que no cometí ningún crimen. Que se preparen, porque no solo vamos a gobernar este país, sino que vamos a cuidar del pueblo; ¡vamos a volver!».
El ex mandatario encontró los argumentos de su condena en lo hecho durante su gobierno: «El pobre era solo una estadística. ¿Y quiénes pusieron el dedo en esa herida? Nosotros. Y yo sé que eso es lo que juzgan. Las conquistas incomodaron a la elite brasileña. Este país fue pensado para el 35 por ciento de la población. Por eso podrán arrestar a Lula, pero no al sueño de miles de brasileños. Tengo certeza absoluta que hay una forma de salir de la lucha, que es morir, pero mientras mi corazón funcione y mi cabeza piense, seguiré la lucha; no desistan, no se desanimen, porque ellos quieren sacarnos el derecho a ser felices y de soñar, porque una sociedad sin sueños no es posible».
En su alocución, Lula sostuvo que existe un «pacto entre el Poder Judicial y los grandes medios porque decidieron que era hora de terminar con el PT y el ascenso social de la clase trabajadora». En ese sentido, se comparó con el líder sudafricano Nelson Mandela, quien estuvo 27 años preso: «Nunca confíé en el tribunal, desafío a cada uno de sus integrantes a que presenten una sola prueba en mi contra. Quiero que me digan el delito que cometí; estoy condenado por un departamento desgraciado que no tengo, les pido al Movimiento Sin Techo que lo ocupen», dijo ante una multitud