Tras denunciar a Milagro Sala, Jorge Rafael Paes, quien estuvo prófugo varios años y fue procesado por la justicia en primera instancia y por la Cámara de Apelaciones como coautor de tentativa de homicidio, fue beneficiado con la prisión domiciliaria por el juez Pablo Pullen Llermanos. Paes no cumple ninguno de los requisitos legales para lograr ese beneficio, pero se sospecha que bastó que tanto él como su hija, Yésica, declararan en contra de Milagro Sala para obtener, además, el sobreseimiento en la causa.
El caso en el que Milagro Sala fue imputada primero por supuesto encubrimiento y que luego de las declaraciones de Paes fue recaratulada como homicidio agravado por precio o promesa remuneratoria, en grado de tentativa investiga un hecho ocurrido el 27 de octubre de 2007 en el que dos bandas habrían intentado con arma de fuego matar a Alberto Cardozo en el Barrio San Francisco de Alava. En el enfrentamiento fue herida una menor de once años. Por los hechos fueron procesados por lesiones culposas y abuso de armas Fabián Ávila y Paes.
Si bien el juez funda en su resolución que «Paes se encontraba al momento de la balacera dentro de un vehículo pero no descendió del rodado, tampoco portaba armas de fuego», alrededor de cinco testigos, dos de ellos policías, declararon en el expediente haberlo visto en el lugar de los hechos bajar de un auto con un arma en su mano. Desde la organización Tupac Amaru advirtireron que «en contraposición, a pesar de no contar con ninguna prueba en su contra, Milagro Sala, Elba Jesús Galarza y María Molina permanecen detenidas por este mismo juez (y esa misma causa) sólo a partir de declaraciones realizadas por Paes y su hija, lo que constituye una flagrante violación a las garantías constitucionales». «