Analía Silva y su hijo Mateo se hicieron visibles hace un mes cuando junto a un grupo de vecinos fueron al Concejo Deliberante de Concepción, Tucumán, a reclamar que la plata no les alcanzaba para comer ni para pagar los servicios. En la reunión, el niño de 8 años increpó a los concejales: “Ustedes no hacen nada, y nosotros nos morimos de hambre por su culpa”. Luego de que ese video, que desenmascaraba una situación social desesperante, se hiciera viral. El intendente de esa localidad, el radical Roberto Sánchez, electo por el PRO, le prometió un trabajo, que resultó ser una puesta en escena.

En aquel encuentro, Analía había reclamado: “No tengo ni para comer y debo pagar ahora una factura de $ 1.300, cuando antes no pasaba de $ 300. Con mis chicos vivimos de lo que conseguimos del basural. Ustedes tienen que hacer algo por nosotros. Tengo que darles de comer a mis hijos y no quiero que me corten la luz”.

Ante el escándalo que creó la viralización del video, el intendente Roberto Sánchez intentó utilizar la situación de la familia en provecho propio y la hizo hacer un video en la que se la veía trabajar con uniforme en la terminal de micros. Sin embargo, el viernes la madre de Mateo, volvió al Concejo Deliberante y reclamó a los gritos que la habían utilizado: “¡Sinvergüenzas!  Me han hecho hacer el teatro en la terminal”. Canallas, les gritaba Analía entre sollozos mientras reclamaba que el intendente Sánchez diera la cara.

El intendente la hizo posar con uniforme y trapeando la Terminal de ómnibus de Tucumán para hacer circular en los medios de comunicación. El viernes, Analía volvió con toda la bronca a reclamar que la habían utilizado. El video también se viralizó. “Me han hecho hacer un teatro”.

En diálogo con Alejandro Bercovich (Radio con vos), Analía relató todo el episodio: “Viene el director de la Terminal, empieza a hacerme preguntas como si fuera una entrevista laboral, pero se reía cuando yo le respondía, como si me tomara el pelo. Da por terminada la charla y me dice: ‘Muy bien, quedamos así, Analía, vaya con las chicas’”. Sin embargo, después le exigieron: “Antes de trabajar se tiene que rectificar con el intendente, darle las gracias, pedir disculpas” a lo que ella se negó.

Sin embargo, le dijeron que no se hiciera problema y continuaron con el montaje, la hicieron vestirse con la ropa de una empleada a la que le ordenaron que le diera el uniforme:”Sacate, sacate, no te hagas problemas que esto no dura mucho. Traeme un escobillón, un trapo o algo», le exigió el encargado de hacer el video a la trabajadora.


 En el programa Pasaron cosas, Analía Silva contó entre sollozos: “Si antes éramos pobres ahora somos miserables. Estoy sola, lo único que me impulsa es la bronca que tengo”, y ante la consulta de si algún legislador se acercó, agregó: “Sabe qué lindo hubiese sido si uno de los legisladores se hubiese puesto a disposición para darnos trabajo o ayudarnos con los problemas de vista de Mateo. A nadie le ha importado, ni siquiera al gobernador Juan Manzur», relató Silva.

Como si la utilización de la situación de desesperación que pasa la familia no hubiera sido suficiente humillación, Analía denunció que sigue siendo acosada para que «se deje de hacer quilombo».