El triunvirato, apuntalado por “Gordos” e “independientes”, medirá la semana que viene, más precisamente el 29 de agosto, su fortaleza contra el sector disidente que lidera Pablo Moyano.
El miércoles por la mañana en APLA, el gremio que agrupa a los pilotos, Moyano juntó a los propios y luego difundió un comunicado con la postura que llevará el próximo 29 de agosto. En ese marco los disidentes remarcaron que volverán a pedir, entre otras cosas, que se habilite el proceso para el recambio de autoridades y que se ponga en marcha un plan de lucha.
Por su parte, el triunvirato aspira a ser ratificado por la mayoría de los secretarios generales más allá que el conclave que se llevará a cabo en la CGT no es vinculante. Pero el espaldarazo de los pesos pesados que por distintas razones no forman parte del Consejo Directivo terminará por inclinar la balanza.
En ese contexto, el próximo lunes se realizará la reunión de Consejo Directivo. Allí el Triunvirato dará cuenta del dialogo que mantuvo con la misión del FMI y también, en caso de no haber novedades, ratificará la reunión del 29.
Por ahora no hay certeza sobre lo que pueda pasar el 29. Sin embargo desde el triunvirato preparan un documento crítico a las acciones del gobierno. Mientras unos y otros cuentan los porotos, lo cierto es que la discusión que se plantea de fondo es si la CGT debe profundizar los reclamos aunque no aparezca una clara opción para la sucesión de Macri o si con la profundización de los reclamos esa opción aparecerá más rápido. Eso también será parte del debate del próximo 29. No son pocos los que dentro de la CGT piensan que la crisis y la escalada del conflicto social puede adelantar el proceso electoral previsto, en principio, para enero de 2019.