Tras los anuncios del Presidente Alberto Fernández, los movimientos sociales también evalúan y vuelven a calibrar cómo encarar esta etapa, en principio de nueve días, para que se produzca el menor daño posible sobre un tejido comunitario ya maltrecho.

En este sentido, Tiempo dialogó con la coordinadora nacional del Movimiento Barrios de Pie, Silvia Saravia, quien proyectó un escenario muy complejo para las familias a las cuales no les llegan ayudas desde el Estado, y, si bien valoró los esfuerzos gubernamentales puestos en medidas como la ampliación del universo de beneficiarios de la Tarjeta Alimentar y sus montos, así como desde programas de articulación laboral como el Potenciar Trabajo, consideró un “grave error” no rehabilitar el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE).

Esas familias desprotegidas, que serían alrededor de “cuatro millones” en Argentina según señaló Saravia, podrían encontrarse en una situación límite: tener que salir a ganarse el pan como sea, aún a riesgo de contagiarse el virus y de vulnerar parte de la normativa vigente.

-¿Cuál es su evaluación y balance de las nuevas restricciones anunciadas?

-Nosotros vemos que es importante que se planteen las restricciones, porque es evidente que la segunda ola está pegando más duro y es lo que estamos viendo en nuestros barrios: mayor cantidad de contagios y muertos, aun intentando tomar medidas de prevención. Esto se ve y nos está atravesando muchísimo más. Ahora, el problema es que partimos de una situación económica peor que al inicio de la pandemia. Los indicadores son más graves, y eso repercute en que tenemos demanda en los comedores, y mucha más gente se acerca a pedir trabajo.

-¿Cómo analiza las medidas para afrontar la crisis social y económica?

-Para nosotros fue un grave error dejar de pagar el IFE, lo dijimos en su momento y lo seguimos sosteniendo, más allá de que se haya planteado como puente un programa como el Potenciar Trabajo, que no termina de tomar la dimensión desde nuestro punto de vista tendría que haber. Al IFE lo recibieron nueve millones de personas, y el Potenciar Trabajo no alcanza a abarcar a un millón. Se percibe que hay mucha gente sin tener ningún tipo de ayuda del Estado. Por otro lado, valoramos la ampliación de la Tarjeta Alimentar, que se haya llegado (a ampliar su universo de beneficiarios) hasta los catorce años, que es una de las demandas que tenemos en base a estudios de incidencia de la malnutrición en los niños y niñas de seis a doce años. Pero también decimos que esa asistencia es limitada, porque llega a un universo, que es para quienes perciben la Asignación Universal. Es para una cantidad limitada de familias, frente al desastre económico que tenemos. Por eso remitimos siempre a esa foto del IFE, con un universo muchísimo más amplio.

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(Foto: Gentilez Javier Nuñez)


-¿Qué escenario se abre con esto?

-Esto obliga a que, pesar de que se hayan planteado las medidas de restricción, mucha gente se va a arriesgar a salir aunque no la dejen circular. Va a asumir ese riesgo porque es la única manera de subsistencia que tienen. Incluso vemos que hay muchas personas, con algunos síntomas, que no son graves pero sí dudosos, salen de todas maneras. Porque, para quedarse aislado, uno necesita tener recursos mínimos. Muchas personas quedan entre la espada y la pared. Entre el miedo, que está igual, a contagiarse, a enfermar, a morir, y por delante está esa necesidad de salir a buscar el pan de cada día.

-¿Avizora un escenario represivo en los controles, sobre todo para actividades de trabajo informal?

-Es complejo, porque ya hemos visto que cuando a las fuerzas de seguridad les plantean determinada orden, si no se la controla mucho, puede suceder como ocurrió con Facundo Astudillo Castro en la Provincia de Buenos Aires. Por supuesto que si se baja una línea de que hay que ser más estrictos en los controles, y eso les libera a las fuerzas de seguridad la posibilidad de tener acciones más represivas, va a ser un grave problema. Creo que el gobierno va a contemplar, o debería contemplar, que la situación económica condiciona la posibilidad de cumplir con esto. Es una realidad. Por algo se plantó que esto va a ser durante nueve días. Me parece que hay una intención de poner algún límite en las fechas, para que esto no sea eterno nuevamente.