Esta semana en la Cámara Baja que preside Sergio Massa el oficialismo pretendía convocar a la primera sesión ordinaria de este 2021 para tratar el proyecto que modifica la ley de impuesto a las ganancias. La medida beneficia a casi 1.3 millones de trabajadores y jubilados.
La iniciativa del Frente de Todos, impulsada por el propio Massa, tuvo acompañamiento de los representantes de los sindicatos gremiales y de los bloques que integran el cuerpo legislativo que la semana pasada firmaron, en el marco de un plenario de comisiones, un dictamen de mayoría. Es cierto que Juntos por el Cambio acompañó, pero presentó sus observaciones por escrito.
Hasta ahí todo parecía un acuerdo cerrado que podía concretarse martes o jueves de esta semana, atravesada por el feriado del miércoles 24 de marzo. Sin embargo, el lunes, un pedido de sesión especial unificado entre los diputados de Juntos por el Cambio y los del interbloque Federal hizo recalcular al Frente de Todos. La alianza táctica de los bloques opositores es para tratar el proyecto, aprobado en el Senado, que propone la prórroga por 4 años del régimen de promoción de biocombustibles que vence en mayo.
En el oficialismo interpretaron esta suerte de pacto opositor como la intención de “empiojar” el tratamiento de ganancias, colocando un proyecto sobre la mesa, que en la Casa Rosada pretenden modificar con un nuevo régimen que baje los cortes de 10% y 12% de biodiesel y de bioetanol a 7% y 5%. Además de fijar una política que proteja a las pymes del sector.
Desde la oposición desmintieron los rumores de pasillo. Aclararon que de ningún modo incorporar biocombustibles era un obstáculo para que la Cámara pueda aprobar las modificaciones del Impuesto a las Ganancias y del régimen de Monotributo. Incluso, el radical Mario Negri, titular del bloque de Juntos por el Cambio, propuso una doble sesión para tratar el proyecto oficialista el mismo jueves, inmediatamente después de la convocatoria acordada con el espacio de Eduardo Bucca para las 11.30 de la mañana.
Con el compromiso de avanzar sí o sí con ganancias, el Frente de Todos, luego de analizar alternativas, definió llamar a una nueva sesión. Fue acompañada con la firma de los representantes del interbloque de José Luis Ramón. Sorpresivamente, la convocatoria será para el día sábado por la mañana, un día atípico de trabajo en el parlamento nacional, pero que tiene como antecedente el sábado 5 de enero de 2002.
El sitio El parlamentario señala respecto de aquella fecha: “Ese día se reunió el pleno de Diputados para derogar la Ley de Convertibilidad en el marco de la aprobación del proyecto de ley de Emergencia Pública y Reforma del Régimen Cambiario, que declaraba además la emergencia económica, pesificaba las deudas del sistema financiero hasta 100.000 dólares y suspendía por tres meses los despidos”.
“Por qué tenemos que sesionar cuando la oposición quiere”, decía esta mañana el oficialista Marcelo Cassaretto ante la queja de algunos opositores por la “desorganización” con la que funciona la Cámara en momentos donde, pandemia de por medio, cuesta trasladarse de las provincias a la Capital Federal.
En la oposición sostenían que la decisión del Frente de Todos es porque “no quiere hacer nada serio” con biocombustibles. Y que por eso no quiere estar presente el jueves pasando la sesión de ganancias al sábado.
Se vienen horas de llamadas cruzadas. El feriado del miércoles le puede dar oxígeno al gobierno para encausar la negociación después de unos días de máxima tensión en el Congreso. Para debatir Ganancias, hay convocatoria oficialista para el sábado y opositora para el jueves. ¿Quién reunirá el quórum? Ese es el quid de la cuestión.