Cualquier gobierno racional excarcelaría a Milagro. La opinión del ex juez de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Zaffaroni, apunta a las obligaciones que emanan de los tratados internacionales que desde la resolución del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU, el Estado argentino incumple. Esta semana la posibilidad de intervenir el Poder Judicial de Jujuy tomó forma con la presentación de un proyecto en el Congreso que plantea que esa casa debe velar por el respeto a las obligaciones con el sistema interamericano y garantizar el goce de derechos que reconoce la Constitución. El ex magistrado y Profesor Emérito de la UBA también opina que ante la ausencia de independencia del Poder Judicial jujeño la única solución es el artículo 6º de la propia Constitución, o sea, la intervención federal a la provincia o, al menos, a su Poder Judicial.
-Usted fue uno de los primeros en asegurar que hay que intervenir la justicia de Jujuy. ¿Por qué?
-Conforme al art. 5º de la Constitución, una de las condiciones para que el gobierno federal respete la institucionalidad provincial es que la provincia garantice el sistema republicano y la administración de justicia. Si el gobernador declara a esta mujer no la voy a soltar, es porque asume la administración de justicia o acepta que ésta está sometida a su poder. Si no hay justicia independiente, si ésta es ejercida por el gobernador, no hay sistema republicano y, por ende, la única solución es el artículo 6º de la propia Constitución, o sea, la intervención federal a la provincia o, al menos, a su Poder judicial. Pero hay algo mucho más grave: por todas las versiones que me llegan, Milagro Sala se halla en un estado depresivo que requiere atención psicológica. La situación es delicada, y me lleva a recordarle a los jueces de Jujuy el artículo 19º de la Constitución: ellos son responsables de que no se mortifique a Milagro más allá de lo que la seguridad de su detención exija y, por ende, por si no se habían dado cuenta, son responsables de todo lo que pueda sucederle a Milagro por impedirle tener una asistencia psicológica adecuada.
-¿Sala está desamparada ante la justicia?
-Les recuerdo (NdR: a los jueces) que un cuadro depresivo es siempre peligroso. Sé que los microclimas de las provincias hacen que se piense con criterio de campanario, pero que esto no les nuble la visión, porque ante todo son jueces y están sometidos a los mandatos constitucionales, toda violación de esa regla de oro da lugar a responsabilidad. El juez que ordena una detención es el responsable último de la salud y de la vida de la persona detenida a su disposición y no el gobernador de la provincia, que es un político que mañana se va y se lava las manos. En caso que le sucediese algo a Milagro, no será responsabilizado el gobernador, sino los jueces.
-¿Qué actitud debería tomar el Estado ante los reclamos internacionales?
-Creo que cualquier gobierno racional excarcelaría a Milagro, sin perjuicio de continuar los procesos que sean. La negativa, argumentando que no se trata de decisiones vinculantes es un verdadero papelón internacional. La Nación Argentina ha lavado su imagen en materia de Derechos Humanos, tiene las manos limpias, lo que buena faena ha costado, después de décadas. La obcecación de un gobernador no puede ensuciar esta imagen con una prisión política de una persona que, además, es miembro de un parlamento.
-¿Hay retorno de esta situación?
-De muchas cosas se vuelve, pero del ridículo es difícil, y el gobierno nos está sumergiendo en el ridículo. Una rencilla provincial, unos huevazos en los que nadie puede asegurar que haya tenido Milagro nada que ver, una desprolijidad administrativa que habrá en todo caso que probar, no son motivos para la prisión preventiva prolongada de nadie en la Argentina. Y menos para desprestigiarnos a todos los argentinos con un papelón internacional, cuando han opinado la Comisión Interamericana, el Secretario General de la OEA, el Comité de la ONU y hasta el Papa.
-¿Cómo encaja el argumento del Presidente de que la mayoría de los argentinos cree que cometió delitos?
-El argumento de Macri es espantoso: si mucha gente cree que es culpable, debe mantenerse la prisión. ¿Ignora que nadie es culpable hasta que se prueba y declara lo contrario? ¿Acaso él será culpable y deberá estará preso cuando Clarín (siguiendo su tradicional conducta) le retire la cobertura, sólo porque muchos crean que está metido en los Panamá Papers? Esto es genial: Clarín nos declara culpables y, como muchos lo creen, debemos estar presos indefinidamente, aunque nadie nos haya condenado. Estamos a merced de la justicia de un monopolio mediático. «