El ex vicepresidente Amado Boudou sostuvo este lunes que la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner y su familia son quienes sufren persecución y aseguró no tener miedo «de nada, salvo de Dios», al hablar de su situación judicial tras notificarse en Tribunales de la excarcelación y la caución juratoria que se le impuso.
«Juré que no me iba a escapar, como puso en la tapa un medio», ironizó en la puerta de Comodoro Py 2002 luego de terminar el trámite de rutina de firmar la notificación de excarcelación y caución juratoria que le impuso el viernes último la Cámara Federal porteña al concederle la excarcelación.
El ex vicepresidente arribó a los tribunales a las 9.45 junto a su abogado, Eduardo Durañona, luego de pasar el fin de semana en libertad tras estar 70 días preso en la cárcel de Ezeiza por orden del juez federal Ariel LIjo.
«Miedo no tengo de nada, salvo de Dios. Voy a enfrentar algo muy lindo, que es criar unos hijos; nadie te prepara para estas situaciones», dijo ante la pregunta de los periodistas que lo esperaron.
Además, aseguró estar «convencido» de todo lo hecho en su gestión pública y no se consideró un «perseguido».
«Si hay alguien perseguido, es Cristina Fernández de Kirchner. Ella y su familia, que están sufriendo un embate monstruoso, pero no es una cuestión de personas sino de los doce años (de gestión del Frente para la Victoria)», dijo y agregó: «Nunca hubo doce años de un gobierno nacional y popular que defendiera el consumo interno, a los jubilados, la industrialización».
«No puede haber presos políticos, le pasó al gobierno anterior, pero le puede pasar a este», señaló el ex vicepresidente, quien volvió a expresar su sentimiento de «orgullo» por lo realizado durante la gestión kirchnerista y señaló como «casos individuales» los de ex funcionarios kirchneristas procesados por actos de corrupción como el ex secretario de Transporte Ricardo Jaime y el ex secretario de Obra Pública José López.
Hay muchos compañeros y compañeras que están detenidos en forma injusta y, además, viendo la realidad carcelaria hay personas con dos, tres años de prisión preventiva y, más allá de lo que hayan hecho, no puede ser esta situación de indefinición de su vida y de su familia», señaló.
El ex vicepresidente subió al juzgado federal de Ariel LIjo para firmar allí la excarcelación en dos causas penales en las que está acusado: una en la que aún no se resolvió su situación procesal por supuesto lavado de activos y enriquecimiento ilícito, y otra en la que el juez ordenó detenerlo el 3 de noviembre pasado.