En un debate que duró unas 10 horas, el Senado de la Nación que preside Cristina Fernández de Kirchner aprobó el acuerdo del gobierno argentino con el Fondo Monetario Internacional. Se trata de una ley que permite la autorización de las operaciones de crédito público contenidas en el Programa de Facilidades Extendidas entre el organismo internacional y el Estado para refinanciar la deuda que contrajo Mauricio Macri como presidente en 2018.
El resultado fue de 56 votos afirmativos, 13 negativos y 3 abstenciones. En un clima cordial, donde por momentos estuvo a cargo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, que como suele pasar en las sesiones pasa gran parte del tiempo en su despacho reunida con distintas personas. En esta oportunidad, no estuvo presente en la votación y su lugar en la presidencia de la Cámara Alta fue ocupado por la presidencia provisional Claudia Ledesma Abdala de Zamora.
Sin sorpresa, el Frente de Todos votó dividido como en Diputados. 13 diputados presionaron el botón del no. Entre ellos, la senadora kirchnerista Nora del Valle Giménez, de Salta, que fue la primera en indicar su postura en el recinto: «No voto en contra del gobierno, del presidente ni de la vice. Voto en contra de la deuda ilegítima que dejó Macri y del FMI. Las deudas se honran, pero las estafas se denuncian», indicó.
En tanto, la chaqueña María Inés Pilatti Vergara así expresó su rechazo: «No creo que votando este proyecto estemos salvando al pueblo del default: esto es prolongar la agonía. Ojalá que me esté equivocando, pero si no es así, espero que la Justicia se lo demande a los responsables». También adelantó su voto negativo la puntana María Eugenia Catalfamo que responde al gobernador Alberto Rodríguez Saá, quien manifestó su postura opuesta al acuerdo con el FMI. Hace veinte años, durante su corta presidencia, había declarado el default.
Por su parte, la también oficialista Silvia Sapag adelantó su abstención al señalar: «Esta es una deuda odiosa, donde están en connivencia quien otorga el crédito y quien lo pide. Fue el plan perfecto». Sapag es cercana al secretario de Energía de la Nación, Darío Martínez.
La línea más dura del kichnerismo decidió, como en Diputados, no tomar la palabra en el recinto y mediante un comunicado expresar su postura al respecto.
En Juntos por el Cambio, el interbloque votó de manera unánime el acompañamiento del acuerdo, bajo el argumento de que “no querer que la Argentina entre en default”. La excepción fue para la neuquina Lucila Crexell, quien se abstuvo por considerar que “ninguno de los sectores se hace cargo de la responsabilidad, era la oportunidad para hacer una autocrítica”.
En el cierre del debate, el senador mendocino Alfredo Cornejo manifestó que el interbloque de Juntos por el Cambio «está aquí, como estuvo en la Cámara de Diputados, firme y unido decidido a votar esta ley para permitir el financiamiento como una manera de no agrandar los problemas de por si enormes que tiene nuestro país».
En cuanto a los monobloques, la schiarettista Alejandra Vigo manifestó que “en materia de política fiscal nos preocupa la decisión intempestiva de cerrar el registro para nuevas exportaciones para los productos de harina y aceite de soja, y que eso lo hicieran sin antes dialogar con el sector. Nos queda una gran preocupación».
En su discurso, el rionegrino Alberto Weretilneck de Juntos Somos Río Negro se sinceró: “Si tuviera que elegir, voto que no, pero bueno, aquí estamos entre la guillotina y la horca”. “Cuando los tenedores de bonos, bancos y fondos se dieron cuenta de que el Gobierno no iba a poder devolver ese dinero empezaron a cerrar el crédito. Fue entonces que el gobierno de Cambiemos decide ir al FMI, con la excusa de que es más barato», agregó.
Una jornada histórica
La sesión comenzó pasadas las 14 horas del jueves y fue inaugurada por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien estuvo presente en los homenajes que hicieron los senadores por los 30 años del atentado de Israel.
Luego, como suele suceder, la vicepresidenta se retiró a su despacho asumiendo la conducción de la sesión Claudia Ledesma Abdala de Zamora, la presidenta provisoria del Senado. El debate por el acuerdo comenzó 14:30. En simultáneo, el presidente Alberto Fernández brindaba un discurso en la provincia de Salta donde volvía a repetir que el acuerdo con el FMI no significa un ajuste.
Como miembro informante, Ricardo Guerra (FDT) abrió el debate que contará con más de cuarenta de oradores. Presidente de la Comisión de Presupuesto y Hacienda, el riojano explicó que “uno de los principales objetivos es mantener la recuperación económica y social lograda reforzando la estabilidad macroeconómica mediante la mejora gradual y sostenida de las finanzas públicas y la reducción de la inflación».
“Estar tratando la refinanciación de la deuda pública significa un cambio sustancial respecto a la transparencia en una gestión de gobierno. Nunca más se podrá endeudar al país sin que tal decisión sea discutida en el Congreso y de cara a la sociedad», agregó.
Desde Juntos por el Cambio, Martín Lousteau manifestó: “Hemos puesto desde la oposición todo de nosotros -en Diputados y ahora en el Senado- para que esto se pueda aprobar lo más rápido posible. No llegar a pagar tiene un montón de consecuencias, todas muy graves».
Adelantando el voto positivo de su bloque, apuntó: “Nosotros no vamos a poder salir de los préstamos del Fondo si no regeneramos la confianza suficiente para tener crédito barato”.
El proyecto consensuado entre el oficialismo y la oposición en la Cámara baja recibió en la madrugada del viernes pasado 202 votos a favor, 37 en contra y 13 abstenciones. La mayoría de los rechazos y todas las abstenciones vinieron del Frente de Todos, en especial desde los legisladores referenciados en La Cámpora, cuyo líder político es Máximo Kirchner.