El secretario de Derechos Humanos bonaerense, Santiago Cantón, hace equilibrio en una angosta posición desde la que llama a no impregnar de política partidaria el reclamo por los Derechos Humanos. Desde ese lugar, mantiene una postura diferenciada de los legisladores nacionales de Cambiemos que se fotografiaron con la provocadora consigna «nunca más a los negocios con los DD HH». Dice que ese gesto «no contribuye a fortalecer la memoria».
Usted reivindica el lugar de Argentina en el mundo en la materia, pero legisladores de Cambiemos retomaron aquello de «el curro de los DDHH». ¿Cómo encaja todo esto?
Lo más importante es que el 24 de Marzo es el Día de la Memoria, de la Verdad y de la Justicia, y por lo tanto hay que evitar todo debate que sea infructuoso, o casi irracional, y pensar qué es Justicia, Verdad y Memoria. Yo destaco lo que significa eso para Argentina y el mundo. Esto lo digo con conocimiento porque desde la Comisión Internacional de Derechos Humanos (CIDH) y luego desde la Fundación Kennedy recorrí el mundo entero y el país es un ejemplo, porque no hay otros que hayan logrado lo que logró Argentina. Eso es lo que hay que resaltar. El resto creo que no contribuye a fortalecer los Derechos Humanos y la memoria, y a fortalecerlos desde un punto de vista apartidista, algo fundamental.
¿Cree que los DD HH ocupan un lugar central de la agenda política oficial? La percepción general es que eso no ocurre…
El tema es de qué depende ocupar la centralidad. Si depende de todos los días hablar de DD HH y gritarlo a cuatro vientos, creo que eso no es centralidad. Yo creo que pasa por las acciones en Derechos Humanos. Yo hablo por la provincia de Buenos Aires y eso es lo que estamos haciendo con María Eugenia (Vidal, la gobernadora) en la creación de espacios de memoria como la Comisaría 5ª de La Plata, como es el caso del Pozo de Quilmes, que estamos desafectando en tiempo récord; la digitalización de ayer (de 2 millones de partidas de nacimiento de los años 1975 a 1981 para colaborar con Abuelas de Plaza de Mayo), una serie de spots que hicimos juntamente con familiares de víctimas de la dictadura.
Usted dice «apartidario», pero su par nacional, Claudio Avruj, plantea «desideologizar» los DD HH…
No creo en la desideologización, creo que no puede haber política partidaria, que es muy distinto. Obviamente hay una ideología nacida en 1948 que es necesario renovarla porque en la última década ha habido en todo el mundo una pérdida de ese espíritu que existió en ese entonces y que se expresó en la Declaración Universal (de los Derechos del Hombre). Eso es ideología y es política. Yo digo política partidaria que es muy distinto.
Esa postura de Avruj se suma a la puesta en cuestión de los 30.000 desaparecidos y la advertencia de sectores académicos sobre una avanzada negacionista…
Con respecto al negacionismo, Claudio Avruj lo rechazó con todas sus fuerzas y con lo de los 30.000 también habló positivamente respecto del tema cuando fue el primero o segundo escándalo. Él ha hablado que es un número simbólico, cuestión que estamos todos de acuerdo. Ese número, y ya lo he reiterado muchas veces, es el que todos tenemos que seguir desde el Estado. Esto pasa en todo América Latina: todas las cifras oficiales son menores que las cifras reales. Que la sociedad civil lo discuta, el Estado no. Tenemos que aceptar los 30.000 porque esa es la posición que plantearon los organismos, que eran las personas más cercanas en tiempo y espacio a lo que estaba pasando en ese momento. Punto. No se discute más. «