Si bien no se había efectivizado, este jueves la Justicia le revocó la prisión domiciliaria con la que había sido beneficiado el genocida y ex comisario de la Policía Bonaerense Miguel Etchecolatz.
La Cámara Federal de Casación Penal dio marcha atrás con la decisión que había tomado el Tribunal Oral en lo Criminal Federal 1 de La Plata, en la causa que juzga los delitos de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de detención conocido como «El Infierno».
La domiciliaria que le había otorgada la justicia platense nunca llegó a hacerse efectiva, porque pesan sobre el ex comisario diversas condenas por distintos hechos.
La decisión de revocarle la domiciliaria fue tomada, por mayoría, por la sala IV de Casación, integrada por los jueces Mariano Hernán Borinsky, Juan Carlos Gemignani y Gustavo Hornos.
La justicia platense le había otorgado a Etchecolatz el beneficio de la prisión domiciliaria por cuestiones de salud, pero lo jueces Hornos y Boerinsky sostuvieron que su estado no impide que continúe alojado en el establecimiento penitenciario, recibiendo la atención y los controles médicos adecuados para el tratamiento de sus patologías.
«De los informes del Cuerpo Médico Forense no se advierte impedimento alguno para que Etchecolatz permanezca en un establecimiento penitenciario, recibiendo la atención médica, el tratamiento y los controles que sean necesarios para atender sus patologías», sostuvo Borinsky.
Etchecolatz está acusado de «homicidio agravado por haber sido cometido con ensañamiento y con el concurso premeditado de dos o más personas, y como coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad, agravada por haber sido cometida con violencia y por haber durado más de un mes y de aplicación de tormentos».
Etchecolatz se desempeñaba como Jefe de la Dirección General de Investigaciones de la provincia de Buenos Aires y los hechos que se juzgan en este expediente tuvieron lugar en el Centro Clandestino de Detención que funcionó en la Brigada de Lanús, conocido como «El Infierno».