La Sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal revocó las salidas transitorias del represor Eduardo Emilio Kalinec, conocido como doctor K. Recién en 2010 el comisario retirado de la Policía Federal fue condenado a cadena perpetua por privación ilegítima de la libertad, tormentos y homicidio cometidos en los centros clandestinos Atlético, Banco y Olimpo, conocidos como ABO. El caso de Kalinec había tomado estado público a comienzos de 2019 cuando quiso desheredar a una de sus hijas, que es parte del colectivo Historias Desobedientes, por “causales de indignidad”.
En la audiencia pública del 19 de febrero el represor condenado tuvo oportunidad de plantear su posición por videoconferencia, dijo estar “injustamente preso” y haber sido acusado “genéricamente” de crímenes de lesa humanidad. Pero en esa audiencia también declararon dos de sus víctimas directas, Miguel Dagostino y Daniel Mercoviano, y el colectivo Historias Desobedientes en carácter de amicus curiae.
Esta última presentación estuvo a cargo de Analía Kalinek, quien planteó no solo que “el tránsito libre de genocidas por las calles es intolerable para la sociedad” sino que agregó: «Si mi padre hoy tuviese una picana no dudaría en llevarme a un centro clandestino y suministrarme corriente eléctrica”.
La falta de colaboración y arrepentimiento de Kalinec en las oportunidades que tuvo para aportar información sobre las víctimas de los hechos por los que se lo condenó fueron tomadas en cuenta por la Cámara integrada por los jueces Mariano Borisnky, Javier Carbajo y Gustavo Horno a la hora de anular la resolución del juez Enrique Méndez Signori del TOC 2.
El Colectivo Historias Desobedientes publicó en redes sociales un comunicado coincidiendo en varios de los puntos que llevaron a la Cámara a revocar las salidas transitorias del represor y reclamando una vez más “cárcel común y efectiva para los genocidas”.