La convocatoria partió de la Asociación Argentina de Actores que tuvo un marcado protagonismo. Sin embargo, el acto fue continuidad del realizado el 25 de mayo y concitó la adhesión de decenas de organizaciones de derechos humanos como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y sindicales como la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma y los gremios que se agrupan en la Corriente Federal de los Trabajadores.
Allí se leyó un duro documento contra el gobierno, que llamó la atención por la profundidad de las medidas que reclamó en contraposición al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Además de la nacionalización de la banca y el comercio exterior, se pidió por la estatización de las empresas de servicios públicos para poner fin al tarifazo y el desconocimiento de la deuda contraída por el gobierno de Mauricio Macri por “ilegal, ilegítima e inconstitucional”. El manifiesto también instó por la aprobación de la ley por el derecho al aborto legal.
El lugar elegido para el escenario fue al pie del Ministerio de Desarrollo Social, el mismo en que se había situado el 21 de febrero en la movilización organizada por el gremio de Camioneros y que dio pie al espacio político-sindical que se referencia con la sigla 21F.
La jornada comenzó sobre las 13.30 con la participación de cinco bandas de rock que antecedieron al cierre de Arbolito. Entre el numeroso público se destacó la presencia de sindicatos como la CTERA, ATE Capital, Curtidores y otras expresiones de la Corriente Federal de los Trabajadores así como organizaciones políticas referenciadas en el kirchnerismo como Nuevo Encuentro, Kolina y el Partido Solidario. También participaron movimientos sociales como Barrios de Pie, CTEP, el Movimiento Evita y el Movimiento Territorial de Liberación (MTL).
Con todo, la movilización excedió largamente las organizaciones y se hicieron notar miles de manifestantes sueltos que exhibieron sus carteles hechos a mano. La mayoría de las consignas reclamaban “Fuera el FMI”, “Lula libre”, “Hay 2019” y “Somos Telam” en referencia al conflicto por el despido de 357 trabajadores de prensa de la agencia nacional de noticias. El escenario también exhibió una bandera con el reclamo de los trabajadores de prensa que además tuvieron un espacio para difundir un video denunciando la política de Mauricio Macri y Hernán Lombardi con la agencia oficial de noticias y sus trabajadores.
Desde el escenario, los encargados de dar lectura al documento consensuado entre las organizaciones fueron los actores Gerardo Romano y Carolina Papaleo. Lo hicieron en un lugar acondicionado para darles lugar a las representaciones sindicales y de derechos humanos. Allí estuvieron Nora Cortiñas y Estela de Carlotto junto con decenas de actores entre quienes se destacaba los dirigentes de la Asociación Argentina de Actores, Juan Palomino y Alejandra Darín. Por otra parte, entre otros, estuvieron Axel Kiciloff, Agustín Rossi del FPV y Martín Sabatella de Nuevo Encuentro que evitaron subir al escenario.
El actor Gerardo Romano fue el encargado de dar comienzo a la lectura del manifiesto que destacó que “estamos angustiados. Pero no hubo angustia en el congreso de Tucumán sino conciencia política de la responsabilidad histórica y decisión de los congresales de declarar la independencia.”
Llamó a “romper las cadenas que nos impone el acuerdo de Mauricio Macri y el FMI que sólo nos asegura una miseria planificada”. Al mismo tiempo a “romper las cadenas del brutal endeudamiento” denunciando que “la deuda externa contraída por el presidente Mauricio Macri es ilegal, ilegítima e inconstitucional y sólo ha servido para engrosar el bolsillo de las grandes corporaciones. ¡Que la paguen ellos!”.
El documento, además, desarrolló todo un programa económico señalando que “tenemos que nacionalizar la banca y reimplantar el control de cambios para direccionar el crédito al desarrollo de la industria (…), frenar la libre importación y los acuerdos de libre comercio que el gobierno mendiga en Europa y Estados Unidos. Debemos nacionalizar el comercio exterior para que las multinacionales no transformen nuestras riquezas en sus ganancias.”.
El pasaje leído por Romano exigió oponerse a “la utilización de las Fuerzas Armadas para la seguridad interior. Deben limitarse a defender nuestra soberanía y no a constituirse en un ejército de ocupación contra su propio pueblo”. Por último alertó que “sabemos que la prensa hegemónica nos va a ningunear. No importa, ocupemos la calle pacíficamente, pero con firmeza y con el voto entre los dientes”.
En el tramo que quedó a cargo de Carolina Papaleo, la actriz destacó que hay que “romper las cadenas de la apropiación de nuestros recursos estratégicos en manos de empresas multinacionales (…) y las cadenas que nos pretenden imponer los patrones que alientan una reforma laboral que intenta retroceder cien años en los derechos conquistados por todas las trabajadores y trabajadores”, así como “sepultar la infame reforma previsional.”
Además se posicionó por “recuperar en manos del Estado los servicios públicos esenciales que constituyen un derecho humano” porque “el gobierno pretende que financiemos las ganancias exorbitantes de las empresas cuyos gerentes asaltaron el ministerio de Energía”.
El manifiesto brega para que “el único destino de los genocidas sea la cárcel común perpetua y efectiva y para que no permanezcan impunes los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel”. Señala: “Es nuestro deber continuar una lucha incansable para que haya más abrazos entre abuelas y nietos”. Y, por otra parte, llama a que “rompamos las cadenas del patriarcado para que nadie se atreva a decidir sobre nuestro destino, tanto el individual como el colectivo. Para que nunca más el derecho a la paridad de género sea una agenda secundaria. Por el aborto legal, libre y seguro.”
Papaleo concluyó señalando que “Mauricio Macri llegó al gobierno mintiendo escandalosamente. Es un oportunista que traicionó hasta a sus propios votantes transformando el hecho democrático en un fraude electoral”. Una vez finalizada la lectura del documento se entonó el himno nacional y se retiraron de la avenida 9 de julio las decenas de miles de manifestantes.