«Lo vivo con miedo”, dijo Rubén López, hijo del testigo desaparecido en 2006, Jorge Julio López, durante una actividad frente a los Tribunales Federales platenses para repudiar los otorgamientos del beneficio de prisión domiciliaria al represor Miguel Osvaldo Etchecolatz, varias veces condenado a perpetua por crímenes de la dictadura y principal sospechoso de la desaparición del albañil de Los Hornos.

El repudio, realizado por el colectivo Mesa por los Derechos Humanos de La Plata, se realizó mientras el Tribunal Oral Federal N°1, compuesto por los jueces subrogantes Alejandro Esmoris, Nelson Jarazo y Agustín Lemos Arias, trataban un pedido de prisión domiciliaria pedido por el genocida. El expediente, que aún espera llegar a juicio para ventilar los crímenes cometidos en el centro clandestino que funcionó durante la dictadura en la Brigada de San Justo, es el último expediente que resta resolver. 

“Lo vivo con miedo. No solo va a salir Etchecolatz en prisión domiciliaria, sino que van a salir todos los que estaban bajo su mando. Y aunque digan que van a estar en prisión domiciliaria ¿quién puede garantizar que no salgan a la calle?”, preguntó López a Tiempo, poco antes de tomar el micrófono y hablar con organismos de derechos humanos, organizaciones sociales, estudiantiles, gremiales y políticas reunidas frente a la casa de justicia.

En ese camino, López reclamó que Etchecolatz tiene que estar preso en una cárcel común. «Como cualquier preso. Porque este tipo, si lo trasportamos 60 años atrás, vendría a ser como Hitler. ¿Te imaginas que después de matar 6 millones de judíos a Hitler lo juzgaran y a los 10 años lo dejas libre?”, dijo.

Por su parte, Matías Moreno, ex director de formación de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación e hijo del abogado de los trabajadores de Loma Negra asesinado en dictadura, Carlos Alberto Moreno, remarcó que “el gobierno de Cambiemos está haciendo todo lo posible para llevarse puesta una lucha de 40 años”.

“La política de Derechos Humanos (macrista) es este silencio atroz que estamos sintiendo en los juicios por crímenes de lesa humanidad. El retiro de las querellas en las causas por complicidades civiles con la dictadura; la posición a favor de la domiciliaria a los represores”, agregó.

El repudio fue convocado bajo la consigna “cárcel común, perpetua y efectiva”. Hacia la noche, los jueces Jarazo, Esmoris y Lemos Arias, no habían notificado una resolución del último expediente en el que se trata la excarcelación del represor. Sin embargo, los querellantes creen que el tribunal mantendrá los linaeamientos de los fallos anteriores favorables al genocida. 

Si el fallo es positivo para Etchecolatz, el TOF1 dejará el camino allanado para que el fallo del juez de instrucción Ernesto Kreplac, quien le negó la excarcelación el viernes 12 de agosto pasado, sea revertido y el represor vuelva a su casa del Bosque Peralta Ramos, en Mar del Plata. 

El Tribunal Oral N°1 de La Plata ya falló dos veces a favor del genocida seis veces condenado. El viernes pasado el juez Esmoris, con el argumento de que la edad es requisito suficiente para la domiciliaria, y su par Germán Castelli por “razones humanitarias” beneficiaron al represor de la Noche de los Lápices. La misma resolución habían tomado el 22 de julio, solo con los argumentos del segundo juez, excusado de tratar en el expediente que investiga los crímenes de lesa humanidad cometidos en la Brigada de San Justo por tener relación con uno de los imputados.