“CHASSEING, Carlos Bernardo, q.e.p.d., falleció el 16- 4-2018. El ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Germán C. Garavano, participa su fallecimiento y acompaña con afecto a su hijo Pablo y familia en este momento de dolor”.

El mensaje, publicado en los avisos fúnebres del diario La Nación, provocó indignación y rechazo en los organismos de derechos humanos, que repudiaron la actitud del ministro.

En el comunicado, firmado por H.I.J.O.S. Regional Córdoba, Abuelas de Plaza de Mayo filial Córdoba, Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas de Córdoba, Asociación de Ex Presos Políticos y Ex Presos Políticos por la Patria Grande, los organismos expresaron su “profunda indignación por las condolencias emitidas en la sección de saludos fúnebres de diarios de alcance nacional, por el Dr. Germán Garavano en su carácter de Ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación por la muerte del General de Brigada (R) Carlos Bernardo Chasseing, quien fuera el interventor de facto del Gobierno de la Provincia de Córdoba, entre abril de 1976 y febrero de 1979, durante la dictadura cívico-militar”.


Recordaron que “Chasseing fue la mano derecha del genocida Menéndez durante la aplicación del Terrorismo de Estado en Córdoba”, y señalaron que “es incompatible con su función pública que, desde el más alto cargo que instituye la democracia para llevar adelante políticas de Justicia y Derechos Humanos el Dr. Garavano salude al más alto funcionario público durante la aplicación del terrorismo de estado en Córdoba entre 1976 y 1979”.

“Con su mensaje fúnebre Garavano degrada la institución de la que es titular, y va en contra de lo que el mismo Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación declara públicamente como parte de su misión institucional: “Entender en la formulación y aplicación de políticas y programas de promoción y fortalecimiento de los derechos humanos.” ¿Cómo puede el Ministro Garavano “promover y fortalecer los Derechos Humanos” si saluda desde su investidura pública democrática a uno de los dictadores feroces que tuvo la última dictadura cívico-militar?”, se preguntaron.

“A casi 35 años de democracia ininterrumpida, con ejemplares juicios por delitos de lesa humanidad conseguidos en todo el país, las declaraciones del Dr. Garavano no sólo ofenden y agravian la memoria de las víctimas del Terrorismo de Estado, sino que manifiestan, una vez más, que su sentir más profundo es contrario al avance de la Democracia y Derechos Humanos, por lo cual debería dejar la cartera que ocupa en manos de alguien que realmente quiera aportar a la construcción de la Justicia y los Derechos Humanos en nuestro país y no que defienda y salude a genocidas”, concluyeron.