A partir de la violenta represión ordenada por el estado chileno durante las concentraciones populares ocurridas en la última semana en distintas ciudades trasandinas, en las redes sociales se convocó a los residentes chilenos en la Argentina a concentrarse frente al consulado de su país, ubicado en Avenida Roque Sáenz Peña 547, a metros de la histórica Plaza de Mayo.
Aunque la convocatoria, que no llevaba la firma de ninguna organización reconocible, estaba pautada para las 17, la gente comenzó a llegar ya desde varias horas antes, frente a una fuerte presencia policial. Una segunda convocatoria en apoyo “a la rebelión chilena”, pero sin relación formal con la primera, fue realizada por el Frente de Izquierda-Unidad local, para manifestarse también frente al consulado, pero a las 18.
Todo transcurrió dentro de un clima de relativa calma hasta que cerca de las 19, cuando había un millar de personas reunidas en el lugar y comenzaron a registrarse corridas. En ese momento algunos de los convocados denunciaron frente a los periodistas la presencia de un grupo de policías de civil infiltrados que estaban empezando a detener a algunos de los manifestantes de manera irregular. No pasó mucho tiempo para que la policía comenzara a reprimir a los manifestantes para obligarlos a dispersarse.
Cuando algunos de ellos se fueron retirando, las brigadas motorizadas de la policía empezaron a perseguirlos y detenerlos por las calles internas del centro de la ciudad, disparando sobre ellos balas de goma. Hasta el momento se sabe que los detenidos son nueve. En medio de la represión resultó herido un camarógrafo del canal Crónica TV.
Entre las personas detenidas estuvo una abogada del Centro de Estudios Legales y Sociales (Cels), Myriam Selhi, quien fue llevada por la Policía de la Ciudad mientras grababa la la detención de otra persona con su celular.