El ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, presentó este jueves la renuncia al cargo tras los cuestionamientos recibidos por no haber denunciado ante la Justicia las muertes de bebés en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo de la provincia, ocurridas entre marzo y junio de este año.
«Quiero informarles que en el día de la fecha presenté al señor Gobernador mi renuncia como Ministro de Salud, cargo que he desempeñado con toda mi vocación», informó Cardozo mediante su cuenta de Twitter.
«Lo hago con la misma humildad y servicio que desempeñé la función, y también con el profundo anhelo de que los hechos que son de público conocimiento del Neonatal se esclarezcan absolutamente”, agregó.
Pocos minutos después de la dimisión de Cardozo, el gobierno provincial informó por la misma red social que se designó a Barbás como nueva titular de la cartera sanitaria.
“Barbás tuvo un desempeño principal en el abordaje de la pandemia y valiosa tarea en la articulación del sistema sanitario. Es egresada de la Universidad Nacional de Córdoba y docente universitaria”, resaltó el gobierno cordobés.
La designada ministra de Salud provincial cumple funciones como secretaria de Prevención y Promoción de la Salud, y se desempeñó como vocera oficial de la información sanitaria vinculada a la pandemia de coronavirus.
Barbás asumirá formalmente sus funciones esta tarde, tras prestar juramento durante un acto previsto para las 17.30 en el Auditorio del Centro Cívico.
“La muerte de bebés fue la gota que rebalsó el vaso”
“Desde ATE celebramos que renuncie Cardozo, pero eso no exime a Juan Schiaretti (gobernador) de su responsabilidad política sobre la crisis del sistema sanitario en la provincia”, dijo Federico Giuliani, secretario General de ATE Córdoba y la CTA Autónoma, tras la dimisión del ministro de Salud.
“La muerte de bebés fue la gota que rebalsó el vaso, pero el desastre sanitario fue desde el inicio de la pandemia. El Ministro nunca tuvo un norte sobre políticas epidemiológicas, no cuidó a trabajadores y trabajadoras de la salud que estaban en la primera línea. Tuvimos más de 80 caídos víctimas de la pandemia”, recordó Giuiliani en diálogo con Tiempo.
Señaló, además, que el drama del Neonatal no representa la única irregularidad de la gestión de Cardozo. “Antes pasó lo del médico trucho en el COE (Centro de Operaciones de Emergencia) de Río Cuarto. El Estado puso como titular de esa mesa de coordinación de políticas epidemiológicas a un médico trucho, un pibe de 22 años que no estaba recibido. Hubo un sinnúmero de situaciones irregulares que tienen que ver con las políticas neoliberales de ajuste de Schiaretti para con la salud pública”, denunció Giuiliani.
Al respecto, describió que “el marco de catástrofe sanitaria que tiene Córdoba se expresa en la situación laboral de trabajadores de la salud pública provincial, con un salario promedio de 80 mil pesos, el 65-70% precarizados, y unas 10 mil vacantes vegetativas que generan el desdoblamiento en la tarea de trabajadores que tienen que sostener todos los días un sistema de salud que se cae a pedazos, con hospitales hermosos tipos shopping por fuera pero que son cascarones vacíos, sin recurso humano”, resumió el representante gremial. Y resaltó: “Esperamos que más allá del cambio de funcionario haya un cambio de políticas públicas hacia la salud. No va a haber un cambio mágico”.
“Hace rato se debería haber ido. Ha habido muchos desmanejos. Este ha sido el ministro que más ha reprimido a los trabajadores y que ha hecho más en contra del sistema público. Cuando fue el primer brote de Covid mandó a la gente al sistema privado y fue un desastre. Estigmatizó a los trabajadores durante la pandemia. Y finalmente lo que pasó en el Neonatal: no haber contado como correspondía la situación al gobierno, no haber frenado esto antes, vaya uno a saber cuántas muertes se podrían haber evitado”, consideró Estela Giménez, secretaria adjunta de la Unión de Trabajadores de la Salud de Córdoba. En diálogo con este medio, agregó: “Schiaretti le perdonó muchas, pero Córdoba tiene que tener memoria. No podemos tener ministros de salud que vayan en contra de la salud pública. Si asume su segunda, es más de lo mismo. Se tendría que ir toda la cúpula”.