Desde el bloque del Frente para la Victoria de la Legislatura porteña presentamos un proyecto de ley que recupera los ejes principales de la ley de seguridad pública de 2008, que al ser aplicada por el gobierno de Mauricio Macri se apartó del espíritu con el que fue pensada, desvirtuando los aspectos fundamentales del funcionamiento de la institución policial. Por eso, proponemos reforzar el principio de conducción civil de la fuerza, buscando evitar el autogobierno, paradigma bajo el cual se ha intentado estructurar históricamente la Policía Federal.
El proyecto que fue elaborado con la colaboración de Marcelo Sain y su equipo, propone la creación de una policía profesional de dedicación exclusiva, sin la posibilidad de prestar servicios adicionales. Esta propuesta va acompañada de una política salarial acorde que hace que no tengan la necesidad de prestar servicios fuera de su horario de trabajo. De este modo se garantiza que tengan tiempo para descansar y capacitarse. Para la creación de una nueva policía más moderna y profesionalizada es clave la eliminación del «estado policial». Los agentes no pueden tener la obligación de intervenir en situaciones que puedan configurar un delito cuando no se encuentran en servicio. En este mismo sentido es que incluimos la regulación del uso de armas de fuego. Nuestra propuesta prevé que cuando las funciones de los efectivos requieran del uso de armas, estas sólo podrán usarse durante su horario de trabajo, siendo provistas o en su caso homologadas por la institución policial, teniendo la obligación de entregarlas y retirarlas cuando finalicen la tarea. Este planteo está basado en las estadísticas que han registrado que la mayor cantidad de muertes, incluyendo la del propio agente, se producen cuando interviene la policía de franco. La obligación de portar armas de fuego fuera del horario de trabajo favorece el exceso en el uso de la fuerza, generando una idea errónea sobre cómo enfrentar el delito.
También propiciamos prohibir la portación de armas de fuego letales en operativos policiales frente a manifestaciones públicas porque consideramos que en este contexto político, económico y social estas facultades pueden terminar en una tragedia.