El policía de la Ciudad que roció con gas pimienta a un jubilado que estaba parado en la puerta de su casa sin participar de las violentas manifestaciones que encuadraron la sanción de la ley de Reforma Previsional, en diciembre pasado, quedó al borde del juicio oral y público por el delito de “abuso de autoridad”. Se trata de Franco Eloy Gerban, a quien la Cámara Federal porteña le confirmó el procesamiento y el embargo de 50 mil pesos, pero no obstante su accionar no habrá para él prisión preventiva.
Los camaristas Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia ratificaron el procesamiento dispuesto en primera instancia por el juez federal Sergio Torres a raíz de los hechos ocurridos el 18 de diciembre de 2017, “en oportunidad de iniciarse el debate de la reforma de la llamada ley previsional, que derivaron en la producción de lesiones de distinta índole a participantes de la manifestación y personas ajenas a ella en los que habría intervenido personal de la Policía Federal Argentina y/o de la Ciudad de Buenos Aires”.
En aquella jornada, “alrededor de las 14.30 horas en la calle Rodríguez Peña 80 de esta Ciudad, integrantes de la Policía de la Ciudad rociaron repetidamente con gas disuasivo, a quien luego se logró identificar como (su nombre permanecerá en reserva atento a las represalias que podría sufrir, ndr), quien que se hallaba parado en el lugar en forma pasiva”.
Las imágenes de aquella salvaje e innecesaria agresión quedaron grabadas en cámaras de seguridad, que permitieron a la propia policía identificar al agresor. No fue el único: otros tres uniformados están procesados también por episodios similares ocurridos en esa jornada, que terminó con la sanción de la ley que perjudicó el cálculo de haberes de jubilados y pensionados.
Sobre Gerban, el tribunal sostuvo que “las excusas esgrimidas en su indagatoria en cuanto a que su obrar se debió a la gran cantidad de personas que se localizaban en el sitio en actitud que consideró de agresión, no alcanzan para justificar su desempeño en la ocasión”.
“No se observa la existencia de un tumulto de personas con palos en las afueras del acceso al lugar donde se encontraba” el jubilado agredido.
“Si bien entre las facultades emergentes de su función y las órdenes impartidas se hallaba la de dispersar a los manifestantes con el objeto de resguardar el orden durante el desarrollo de la concentración, no puede obviarse que en el caso concreto (la víctima) no estaba realizando acto alguno que pudiera considerarse riesgoso, ni detentaba en su poder ningún elemento que permitiera evaluar su uso agresivo o intimidatorio, resultando por ende el accionar desplegado por Gerban injustificado”, suscribieron los camaristas.
El fallo deja al policía en camino directo al juicio oral y público pero sus abogados, Miguel Aguilera e Ivana Gil, aún pueden intentar evitarlo mediante un recurso ante la Cámara Federal de Casación Penal.