Los organismos de Derechos Humanos y los familiares de las militantes Natalia Ariñez, Marianella Triunfetti y Alejandra Würschmidt, fallecidas en un accidente automovilístico en Tucumán el pasado 17 de diciembre, se congregaron este lunes en la puerta de los tribunales locales. El juez Víctor Pérez y el fiscal Washington Navarro Dávila se comprometieron a modificar la carátula del expediente a triple homicidio con dolo eventual.
El objetivo de la movilización era buscar una definición clave de la causa judicial antes de que comience la feria estival. Todo indica que lo consiguieron, sobre todo porque el propio fiscal dijo a los medios de prensa tucumano que en el expediente está acreditado que es un triple homicidio con dolo eventual por el estado del conductor que provocó el accidente, Adrián Juárez.
Hasta ahora el caso se había registrado como triple homicidio culposo, que conlleva una pena menor y favorable para el responsable de las muertes. Según versiones, el hombre intentó evitar un control de alcoholemia y terminó cruzándose de carril en la autopista de circunvalación de la capital tucumana. Los análisis determinaron que tenía 1,79 gramos de alcohol en su sangre al momento de provocar el accidente.
El lunes por la mañana, a pesar de la temperatura agobiante, 300 personas, entre familiares, amigos y miembros de HIJOS, se plantaron frente al edificio del Fuero Penal del Poder Judicial de Tucumán, donde supo funcionar el Distrito Militar Tucumán. Las pancartas con los rostros de las tres mujeres fallecidas se multiplicaron y una tela inmensa con la frase Justicia por nuestras tres compañeras.
Ivan Jegger, uno de los más antiguos militantes de HIJOS de Tucumán, dijo que el principal reclamo es exigir justicia. La muerte de nuestras compañeras es un golpe muy duro. Murieron militando y seguiremos luchando por ellas, señaló.
Le pedimos al juez que tenga conciencia de que esto no fue un accidente sino un homicidio con dolo eventual y por eso estamos acá, aseguró María Coronel, integrante de HIJOS y responsable del Espacio por la Verdad que funciona en el ex centro clandestino de detención conocido como Escuelita de Famaillá. Las tres jóvenes volvían tras habían participado de una actividad en ese sitio de memoria cuando se produjo el choque fatal.
Para Andrea Vicente, también hija de desaparecidos y compañera de militancia de Natalia, Marianella y Alejandra, señaló: Es un dolor muy grande porque de alguna forma son hermanas de sangre. Eran chicas de mucha vida, que luchaban por la vida y la justicia. Se las extraña mucho.
En principio, el compromiso del fiscal dejó conforme a los familiares de las víctimas y manifestantes pero también alertas ante la siempre apocada velocidad de la Justicia que permita dilaciones fruto de la inminencia de la feria judicial.
(Con la colaboración de Laura Bravo desde Tucumán)