La idea era volver para levantar el espacio para protestar contra las políticas educativas y para cambiar el método de protestas, lo que pidió la gobernadora, para lograr paritarias justas. Pero tras los sucesos de la tarde del domingo y la agitada jornada de hoy, el proceso de desarmado completo de las estructuras tubulares que conformarían el esqueleto de la carpa fue realizado raudamente, durante la tarde, por los propios empleados de la empresa a la que se le había encomendado la tarea de erguirla.
Un dato ciertamente clave es que la administración de Horacio Rodríguez Larreta está demorando la habilitación, lo que le daría un argumento de legalidad a los organizadores para evitar la remoción. Una demora que se contrapone con la rapidez en intimar a la empresa, bajo amenazas de elevar infracciones, si no retiran todo lo que había sido levantado antes de la dura represión del domingo.
En definitiva, ya no quedan rastros de la estructura que iba a servir a los maestros para su «aula itinerante», aunque ello no evite el paro de 24 horas que se hará el martes por parte de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), en condena al desalojo.