El ex ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, eligió una conferencia de prensa en un hotel céntrico y no un acto político para lanzar la campaña del Frente Justicialista Cumplir. Sentado al frente de una grada colmada de precandidatos, hizo una breve introducción y luego no no dejó tema por responder: Criticó la estrategia electoral de Cristina, defenestró a Daniel Scioli y se burló de los pases políticos de Sergio Massa. Despegó su gestión como ministro del resto de sus ex compañeros durante el kirchnerismo y negó sentirse desalentado por el piso bajo de intención de voto desde el que parte su campaña. Randazzo dejó en claro que su intención es mostrar que puede desafiar a la presidenta: Yo no tengo jefes, en todo caso somos todos compañeros.
«Cuando me hice cargo de los ferrocarriles después de la tragedia de Once, cumplí; cuando dije que si el candidato (a presidente) era elegido a dedo yo me iba a mi casa, cumplí», dijo enfático. He transformado todo lo que he tocado, dijo enérgico al defender su gestión como ministro de Interior y Transporte, y de inmediato lanzó una crítica a sus ex pares de gabinete. Nunca dejé de tomar nota en el incremento de precios, los errores los pagamos en la elección, no tenga duda, dijo al responder sobre la gestión anterior. Cuando le preguntaron por el episocio del ex secretario de Obras Públicas, José López, sostuvo: Sentí la misma indignación que sintieron los argentinos, e incluso más, porque yo trabajé mucho, dijo.
Parte de la conferencia giró en torno a lo sucedido hace dos años y medio atrás. Había transitado todo el país y decía a todos que no iba a ser candidato a gobernador, cumplí con la promesa, sostuvo. Fue un error de Cristina elegir a Scioli a dedo, agregó quien prentendía competir contra el ex motonauta en las primarias para presidente. Y de paso, también criticó a la actual candidatura de la ex presidenta. «Cristina cumplió una etapa, y como todo dirigente político tiene una enorme responsabilidad que no se ha propuesto cumplirla: generar su propio relevo. Puso sobre el interés colectivo el interés de ser candidata», sostuvo. Y aunque aseguró «no dudar de su intencionalidad» de CFK, advirtió que esa iniciativa «sin lugar a dudas beneficia al Gobierno».
De esta forma, el randazzismo buscó despegarse de las críticas que le atribuyen la responsabilidad de la división del espacio opositor a favor de Cambiemos. El discurso será siempre el mismo: ellos son los que se fueron.
Detrás de Randazzo se ubicaron los intendentes que lo acompañan, Gabriel Katopodis de San Martín, Juan Zavaleta de Hurlingham y el ahora candidato Eduardo Bali Bucca de Bolívar. En un lugar central estaba la candidata a diputada Florencia Casamiquela. En los extremos de la primera fila se sentaron los dirigentes del Movimiento Evita, el candidato a diputado Juan Manuel Abal Medina y el postulante a diputado provincial Fernando Chino Navarro.
Randazzo también se despachó en contra de Scioli y Massa. A Scioli no lo respeto políticamente, disparó, y sostuvo que los problemas de la provincia de Buenos Aires, distrito por el que será precandidato, vienen desde hace rato. Sin embargo, evitó criticar abiertamente la gestión de la gobernadora María Eugenia Vidal.
Cuando le pregutnaron por las negociaciones previas al cierre de listas, Randazzo descartó que hubiera hablado con Massa. Yo con Massa no tuve ninguna negociación. ¿De qué Massa hablamos? ¿Del de 2008 jefe de gabinete de Cristina, del de 2009 que fue candidato testimonial con Scioli, del de 2013 que fue con el PRO o del de 2016 que fue a Davos con Macri a buscar inversiones que nunca llegaron?, ironizó.
En relación a la represión a la manifestación de la 9 de Julio, sentó una posición intermedia: Estamos hartos de que piquete interrumpa la vida de todos pero la actuación de las fuerzas de seguridad de ayer nos trae el peor recuerdo. Hay demasiados conflictos en la Argentina y van a seguir las marchas hasta que no se resuelva el problema de fondo.