El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, le envió este lunes una nota a su colega porteño Claudio Bonadio poniendo a su disposición la causa en la que investiga una supuesta asociación ilícita dedicada a la extorsión y el espionaje ilegal, por la que ya están presos cuatro supuestos integrantes, entre ellos el falso abogado Marcelo D’Alessio y el agente de la AFI Rolando Barreiro.
Lo hizo ante el pedido formulado por el juez Bonadio a la Comisión Bicameral de seguimiento de los servicios de inteligencia para que le remitieran la versión taquigráfica de la exposición que hizo Ramos Padilla dos semanas atrás. El juez de Dolores escribió en la misiva a Bonadio que se enteró del pedido “a través de los medios de prensa”. Y “a fin de evitar una posible vulneración a la ley” que protege con el secreto a lo que ocurre en el marco de la Bicameral, puso el expediente a disposición.
Ramos Padilla le señaló a Bonadio que la causa no está bajo secreto de sumario. “Pongo a su disposición las actuaciones de referencia para que pueda consultarlas, si así lo estima necesario y evacuar de este modo cualquier duda en relación con su trámite y su objeto, para de este modo no forzar la confidencialidad y reserva de aquella reunión”.
La nota está cargada de guiños y entrelíneas. “Dado su interés, le hago saber que en la presente causa el principal objeto de investigación consiste en la actuación de una organización criminal –cuyas dimensiones, vínculos, integrantes y usuarios aún se están determinando- dedicada a realizar múltiples planes delictivos en distintas jurisdicciones del país a partir del espionaje ilegal en los ámbitos judicial, político, empresarial y periodístico”.
A partir de la declaración que prestó durante el fin de semana el espía Barreiro –quien este lunes perfeccionaba el acuerdo de colaboración con el fiscal Juan Pablo Curi para declarar como arrepentido- el propio Bonadio podría resultar investigado en ese expediente.
En ese contexto, el juez de Dolores detalló: “En lo que hace a la actuación del Poder Judicial y/o del Ministerio Público Fiscal, existen diversos elementos probatorios que darían cuenta que esta organización habría actuado con la complicidad de algunos magistrados que se habrían servido de las maniobras vinculadas al espionaje ilegal para llevar adelante sus funciones”.
“Uno de los diversos modus operandi que utilizó la organización habría sido la recopilación, procesamiento, análisis y sistematización de información, obtenidos mediante investigaciones ilícitas -llevadas a cabo de manera previa o paralela a las causas judiciales-, que eran puestas a disposición de autoridades judiciales competentes a través de mecanismos que les daban apariencia legal, con múltiples finalidades también ilícitas”.