En la vigilia de una elección clave para su futuro político, el presidente Mauricio Macri eligió recluirse este sábado en su quinta Los Abrojos y compartir las horas previas al comicio junto a su esposa, Juliana Awada, y la hija de ambos, Antonia.
En un ritual que suele repetir en cada elección, el mandatario evitó el contacto con su equipo de campaña o funcionarios del gobierno nacional.
El jueves, el Presidente cerró la campaña electoral en la ciudad de Córdoba, el único distrito, junto la Ciudad de Buenos Aires, donde consiguió imponerse en las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto pasado.
El viernes, en tanto, compartió con su gabinete un asado en la quinta presidencial de Olivos para evaluar el cierre de la campaña y discutir los términos del plan de fiscalización del comicio, una instancia clave para la estrategia del oficialismo.
Este domingo, el Presidente tiene previsto votar en la escuela número 16 Wenceslao Pose del barrio porteño de Palermo a partir de las 12:00.