La cuarentena «intermitente» que comenzó hace nueve días en el Conurbano podría endurecerse en una semana. En el gobierno de Axel Kicillof hay preocupación por la curva creciente de casos de coronavirus, pero quieren esperar la evolución de los próximos días antes de decidir una marcha atrás.
En la Provincia, los casos subieron un 30% en la primera semana de la apertura escalonada de la cuarentena. Se pasó de 66.206 a 88.709 casos en una semana, y de 377 a 505 casos por cada 100 mil habitantes. El promedio diario subió de 2000 a más de 3000 positivos con un pico de 4000.
Los números muestran que la primera parte de la cuarentena estricta, que rigió del 1 al 17 de julio, funcionó, pero en la segunda semana hubo un menor acatamiento. El objetivo era aplanar la curva y, aunque eso no ocurrió, sirvió para ralentizar la propagación. El ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, aseguró que sin la cuarentena estricta «en vez de 3800 casos habría 5000 o 6000» por día.
Como desde el arranque de la pandemia, los factores que la Provincia sigue de cerca son el nivel de ocupación de camas de terapia intensiva y el tiempo de duplicación de casos. Pese a la suba de contagios que se produjo desde que arrancó la flexibilización, desde el Ministerio de Salud advierten que ambas variables, por ahora, están bajo control y por eso esperan los números de la próxima semana para definir.
¿Cuál es el límite? En el gobierno bonaerense sostienen que si la ocupación de camas llega al 75% hay que dar marcha atrás. Hoy, ese porcentaje en el AMBA está en el 63%. Sobre el tiempo de duplicación de casos se había estirado de 13 a 20 días, aunque bajó a 17 en las últimas jornadas. Hay una tendencia positiva. En abril, el 12% de los que se enfermaban ocupaba cama de terapia y ahora sólo es el 2 por ciento.
Kicillof analizará esta semana, primero con intendentes y expertos, y luego con el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el presidente Alberto Fernández, cómo sigue la cuarentena «intermitente» en el Conurbano después del 2 de agosto. En su Gabinete ya dieron señales de que volvería una fase más restrictiva.
La ministra de Gobierno, Teresa García, sostuvo que «si el número sigue creciendo y pone en riesgo la cantidad de camas disponibles en terapia intensiva, hay que tomar la medida más estricta que sea posible». Y agregó que «se le ha perdido un poco el miedo a este virus, que es feroz y letal. Además, la situación económica condicionó porque la gente no puede seguir sosteniendo no hacer su actividad sea formal o informal». En la misma línea, el viceministro de Salud, Nicolás Kreplak, dijo: «Si la curva sigue en aumento y vemos un riesgo de colapso en el sistema de salud, volveremos para atrás».
La flexibilización que arrancó el lunes pasado, tras la cuarentena estricta, implicó la vuelta escalonada de distintos rubros de la actividad económica en el Conurbano. El lunes volvieron las fábricas con transporte propio y el miércoles reabrieron los comercios de cercanía –incluidos los que venden ropa, calzado y juguetes aunque con atención en la puerta– y las agencias de juego oficiales. La tercera apertura se producirá mañana y permitirá volver a trabajar a las inmobiliarias y las empresas de mudanzas, a los profesionales independientes y a las peluquerías y centros de estética. Siguen prohibidas las salidas recreativas y actividades deportivas.
Si el gobierno provincial define dar marcha atrás para restringir la circulación, el punto más difícil será definir qué pasará con las actividades que se pusieron lentamente en marcha después del parate por la cuarentena. ¿Cerrarán fábricas y comercios? «Tal vez no sea necesario cerrar y se haga más lento el cronograma de aperturas siguientes», apuntaron en la Gobernación en referencia al esquema de cinco fases que existe en la Provincia. Pero remarcaron que «todas las variables están sobre la mesa».
Otro barco de China
Por otra parte, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, anunció que mañana arribará al país el tercer barco proveniente de China con insumos para garantizar la protección de los equipos médicos que trabajan en los hospitales y clínicas bonaerenses en el marco de la pandemia de coronavirus.
“No había insumos por ningún lado y los fuimos a buscar al fin del mundo. Ya se distribuyen los insumos que llegaron en el Czech, el segundo barco que vino de China para garantizar la protección de los equipos de emergencia. El lunes llega el tercero”, anunció Gollan en Twitter.